Yo Soy un Idólatra

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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El ser humano es idólatra por naturaleza. El ser humano necesita admirar, venerar, adorar, tocar e idolatrar a alguien más grande, más famoso, más poderoso que él. El ser humano siempre levantará pedestales y colocará coronas de laurel o de oro sobre la cabeza de alguien.

Los periódicos, las revistas y los youtubers son el nuevo santoral de las celebridades. Recuerdo haber visto en un reportaje de televisión a un niño de unos seis o siete años que, extasiado y fuera de sí, gritaba: "lo he tocado, lo he tocado". Había rozado levemente a su ídolo, a un futbolista que lo ignoró.

Unos tocan a sus ídolos, coleccionan sus fotos, compran sus ropas y lucen sus nombres, los acompañan a Cardiff, van al fin del mundo a escuchar sus conciertos y les dan culto en la plaza pública. Idolatría cara, invierten dinero en reliquias horteras y al mismo tiempo idolatría barata, la de estos "fans" que no saben que son más importantes y más valiosos que sus dioses viciosos.

"El que adore a la bestia y a su imagen y reciba su marca en la frente o en la mano, ese beberá del vino del furor de Dios". Ap 14,9

La idolatría de los "devotos", aparentemente más sofisticada, es tan equivocada y peligrosa como la de los "fans". Los "devotos" tocan escayolas en los templos, besan reliquias falsas y, extasiados y fuera de sí, gritan: "Lo he tocado, lo he tocado".

"Padresito", me confiesa una señora llena de años por delante y por detrás, "yo beso un centenar de estampitas antes de acostarme. Rezo a todos mis santitos". Idolatría religiosa, de dormitorio.

Los verdaderos idólatras viajan al Rocío, saltan vallas, aguantan horas sin cuento para hacer una ofrenda de flores, pasan la noche rondando a la Guadalupana... un día de excitación mariana, éxtasis orgasmático y olvido programado del TÚ, el TÚ solo santo, el solo TÚ Señor. Idolatría teológica. Un día lleno vs. un año vacío.

Si ustedes se molestan en leer la epacta de la A a la Z comprobarán que el Año comienza con la Fiesta de Santa María Madre de Dios y termina con la Fiesta de la Inmaculada. En el intermedio celebramos la Anunciación, la Visitación, la Natividad, el dulce Nombre de María...unas quince fiestas y de propina todos los sábados y generosos que somos damos la gran propina: las fiestas nacionales del Pilar, de Luján, de La Guadalupe, de La Providencia, de La Altagracia, de Lourdes, Fátima...más las de cada ciudad y cada pueblo. Todo el año subastando banzos, vistiendo y desvistiendo a esa mujer, la más ocupada de la corte celestial y la que más nos ocupa a los católicos.

Todos tienen una Virgen que celebrar, un ser humano, pocos son los que tienen un Dios que celebrar.

"Caí a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: No lo hagas, yo soy como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús; a DIOS has de adorar". Ap 19,10

¿Es posible quedarse solo con Dios, sin ángeles, sin demonios, sin santos, sin...solo con el TÚ innombrable e inefable?

La vida espiritual, en la superficie es múltiple, dispersa, miles de focos la iluminan, nos distraen y nos alejan del centro, del UNO.

Yo lucho por no perderme en el bosque de los inesenciales y me digo, cuantas cosas no necesitas, cuantos dioses no necesitas, cuantas celebridades humanas, coronadas o por coronar, no necesitas. Todos los seres humanos, aun los más maravillosos, resultan siempre humanos, demasiado humanos y son una distracción mortal.

El mayor obstáculo en el camino espiritual es el YO. We’re more popular than Jesus, fanfarroneaba John Lennon y hasta el ser humano más humilde se erige en dios y exige un altar y una corona. YO, a pesar de mis protestas, también quiero mi altar y mi corona. YO, que aborrezco a todos los idólatras, soy un idólatra.