DONANTES DE VIDA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio....

   

 

Para registrar los continuos cambios sociales que se producen en estos tiempos indignados y revolucionarios se necesita un radar en continua actividad.

Las ideas no hacen ruido, no llenan las portadas ni las cabeceras de los medios, sólo necesitan tiempo y poco a poco se incrustan en la conciencia colectiva y emergen en cambios sociológicos que amenazan nuestras tradiciones y seguridades.

La familia, aventura de dos sancionada por la religión y el estado, fuente del placer reproductor, hasta que la muerte nos separe y tal como la hemos conocido los mayores, tiene muchos enemigos.

Hoy la aventura de uno tiene numerosos seguidores. Las madres solteras por elección optan por la maternidad acudiendo a los bancos de esperma.

La reproducción de la especie ya no es cosa de dos. El matrimonio, religión del amor, llamado a perdurar, es cada vez más éxtasis iniciático y pasajero y menos religioso-

Según Lacan lo sexual no une, sino que separa y el cuerpo del otro es mediación para el propio placer egoísta.

Las mujeres que quieren ser madres y ahorrarse los gruñidos de una noche loca piden ayuda a la industria de la fertilidad.

Los bancos de esperma, la legislación sobre esta actividad es muy escasa, son un gran negocio en los países ricos.

La compraventa de coches de segunda mano está más reglamentada que la compraventa de esperma.

En Estados Unidos, país de todos los experimentos en materia de sexualidad, nadie sabe cuantos niños nacen cada año mediante el esperma de los donantes de esperma. Se calcula que pueden ser más de sesenta mil niños al año.

Los donantes son anónimos, pero a cada uno se le asigna un número que le identifica.

Alguna familia, la curiosidad no tiene límites, ha querido contactar con los medio hermanos de su hijo, los otros niños engendrados con el esperma del mismo donante, y veía como se iban multiplicando con el paso del tiempo hasta alcanzar la cifra record de 150 hermanastros.

150 madres, 150 medio hermanos, y un donante anónimo que no es invitado al party y no puede comprobar cuan hermosos y parecidos son todos sus descendientes.

Cada invento necesita un contra invento para mitigar los efectos secundarios. Nada es seguro, sin riesgos.

Estos medio hermanos necesitan clases extra de educación sexual sobre el incesto y los peligros de la consanguinidad.

Y la sociedad necesita una legislación que ponga límites al desmadre de estos bancos de vida congelada y a la paternidad irresponsable.