LA COPE REVISITADA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

“Y vi un ángel que pregonaba con gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y soltar sus sellos?

Y nadie en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra pudo abrir el libro ni examinarlo.

Y yo lloraba mucho porque nadie fue hallado digno de abrir el libro ni examinarlo”. Apocalipsis 5, 2-4

Los oyentes de la COPE, durante años, no han tenido que llorar, el ángel de la mañana y el ángel de la noche fueron hallados dignos de coger y abrir el libro y descifrar para sus fervorosos feligreses con exactitud matemática lo que fue el ayer, lo que es el hoy, y lo que será el mañana.

Estos ángeles caídos y expulsados del templo de la COPE, liberados de la tutela episcopal y del corsé del Ideario de la emisora, abrirán nuevos libros más apocalípticos, más verdaderos.

El Ideario de la COPE reza así en uno de sus párrafos: “En la expresión de opiniones propias y ajenas, la COPE observará como regla de estilo el respeto a las personas y el diálogo civilizado, rehuyendo el apasionamiento unilateral y la crítica sistemática”.

Ideal hermoso y válido para todas las emisoras, pero si alguna tenía la obligación de ponerlo en práctica cada mañana era la radio de los Obispos.

Esta emisora cuya programación es fundamentalmente “profana” y tan pagana como las otras dice querer tener una “presencia misionera”. Misión imposible con una programación chabacana y llena de tacos.

La COPE cierra su etapa luciferina. Lucifer es atractivo y los productos de su imaginación han seducido a muchos. “Cuando alguien quiere decirme la verdad absoluta, observa Vattimo, es porque quiere tenerme bajo su control”.

Ser de la COPE es como ser del Madrid o del Numancia, imprime carácter, te convierte en hincha fanatizado y, olvidado el Ideario, se vive en un ”apasionamiento unilateral y una crítica sistemática”.

Los que sólo se refugian en el templo de la COPE ¿qué imagen tienen de España, de la política, de la religión…?

Los Obispos, sordos y cómplices con sus ángeles visionarios, por fin han escuchado voces más autorizadas y han decidido poner su casa en orden.

¿Cómo será la nueva COPE?

Seguirá siendo libre, faltaría más, pero ¿será menos sectaria y las nuevas voces serán los ventrílocuos de los ángeles caídos?

Seguirá siendo católica, faltaría más, pero ¿eliminarán tanta hojarasca sucia que revolotea por el templo?

Ojalá sea tan atractiva que me invite a sintonizar su dial.

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