MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - Tres ciclos

Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Ezequiel 47,1-2.8-9.12; 1 Corintios 3,9-11.16-17; Juan 2, 13-22

ENTRADA

Bienvenidos a la casa de Dios.

Hoy, celebramos la dedicación de la iglesia de San  Juan de Letrán, la iglesia del Papa. La iglesia madre de todas las iglesias. Es la celebración de la unidad y de la catolicidad de la Iglesia.

Al celebrar la dedicación de un templo, lugar de culto, recordamos nuestra dignidad de templos del Espíritu Santo. Nosotros damos vida al templo, nosotros damos alabanzas al Dios, dueño de todos los templos. Nosotros, hoy, formamos un templo magnífico consagrado al servicio de Dios y de los hermanos.

Entonemos el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

El profeta Ezequiel describe el templo como un manantial de bendición y de poder del cual brota un gran río que da vida y sanación a todo lo que encuentra a su paso.

Aquí, en la casa de Dios, abiertos a su presencia en medio de nosotros, queremos pedirle nos ayude a reconocerle en todo tiempo y en cualquier lugar en el que quiera manifestarse a sus hijos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Pablo nos dice que somos un pueblo cimentado en Cristo. Con Cristo, piedra angular, podemos construir nuestra vida como templos para Dios, todos animados y vivificados por el mismo Espíritu.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO

Jesús subió al templo de Jerusalén, al lugar más sagrado de la ciudad. ¿Y qué encontró? En la casa de Dios no estaba Dios.

Jesús quiere purificar todos los templos y también el templo de nuestro corazón. Reunidos en su nombre, esta comunidad está llamada a ser un templo vivo, un pueblo y un lugar santo.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Oremos para que podamos reconocer la presencia del Señor en nuestra vida de cada día.

Oremos para que podamos crecer en el mismo espíritu y misión de Jesús.

Oremos para que las divisiones en la comunidad cristiana encuentren en Jesús solución y sanación.

Oremos para que las divisiones y guerras entre las naciones y pueblos encuentren caminos de paz y reconciliación.

Oremos para que nuestros líderes alimenten la fidelidad y la unidad en Cristo el Señor.

Oremos para que todos nuestros difuntos y (nombres…) compartan la vida eterna en el Reino de Dios.