MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B

 Quinto Domingo de Cuaresma

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Jeremías 31, 31-34; Hebreos 5, 7-9; Juan 12, 20-33

ENTRADA

Celebramos, hoy, el quinto domingo de Cuaresma. Llegamos a la penúltima estación de nuestro viaje cuaresmal. Bienvenidos, hermanos, a esta área de descanso del Pilar.

La Palabra de Dios quiere plantar hoy esperanza en nuestra vida. La semilla, Jesucristo, es plantada para producir frutos de salvación. La semilla, nuestra propia vida, tiene que ser plantada y producir frutos de salvación para nosotros, para nuestros hermanos y para nuestro mundo.

Celebremos con júbilo nuestra eucaristía y abramos el corazón a la Palabra de Dios, semilla de amor y de paz.

PRIMERA LECTURA

Jeremías nos dice cómo Dios le eligió profeta de las naciones desde el seno materno. Dios le eligió para destruir, edificar y plantar.

El profeta intenta sacudir al pueblo de su satisfacción espiritual y despertarlo de su autosuficiencia, invitándole a poner su confianza sólo en Dios.

Jeremías quiere plantar la esperanza en la fidelidad a Dios. Dios plantará corazones nuevos en sus hijos y les fortalecerá.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Abrimos nuestros corazones a Dios a través de la obediencia.

Jesucristo es el modelo de perfecta obediencia, obediencia hasta la muerte en la cruz.

Sólo los que tienen un corazón abierto a Dios pueden obedecer.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Las semillas encierran la vida, pero para que produzcan nuevas plantas hay que sembrarlas.

El evangelio nos llama a ver en Jesucristo el grano de trigo y a pensar en su muerte como en una siembra de vida.

Jesucristo quiere plantar la vida en sus hijos, en nosotros, en la comunidad del Pilar.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia para que olvidando toda ambición busque ser servidora del evangelio.

  2. Oremos por todos nosotros para que el Señor nos ayude a morir a nuestras ambiciones personales y fructifiquemos para los hermanos.

  3. Oremos por nuestros enfermos, por los que sufren soledad, por los presos, para que vivan estas situaciones de dolor confiando en Dios y los hermanos.

  4. Oremos por los catecúmenos y todos los adultos que se preparan para recibir el bautismo el día de Pascua para que lo hagan con fe.

  5. Oremos por todos los difuntos de nuestras familias y (nombres…) para que compartan la victoria de Cristo sobre la muerte.