MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C

Decimocuarto DOMINGO

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 66, 10-14; Gálatas 6, 14-18;
Lucas 10, 1-12.17-20

ENTRADA

Bienvenidos, hermanos y hermanas, a la fiesta de Jesús, el pan de vida.

La palabra de Dios, en este domingo, nos invita a la alegría. Es la alegría de asumir nuestra parte de responsabilidad en la proclamación de la buena noticia.

La alegría de correr la carrera de la fe y mantenernos fieles hasta el final.

La alegría es la recompensa que nos acompaña en el camino de la vida cristiana.

Celebremos nuestra eucaristía con alegría y agradecimiento al Señor.

PRIMERA LECTURA

El profeta promete que Jerusalén, la ciudad santa, será fuente de alegría y consuelo para todos los que creen en el poder de Dios.

El poder de Dios se manifestará a Israel y a todos los que pongan en Dios su fe y su esperanza.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Pablo anuncia que las leyes antiguas no le interesan ya, que lo único que le importa es la cruz salvadora de Cristo.

Pablo tiene sus cicatrices para demostrar que ha sido herido en su servicio a la palabra de Dios, pero esto no importa porque esto no ha sido obstáculo para llevar a cabo su ministerio.

Lo que importa a Pablo es Cristo y éste crucificado.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Jesús envía a los discípulos a proclamar la Buena Noticia del Reino y les dicta las normas por las que se han de guiar en su trabajo.

Y les promete que quienes les reciban recibirán el don del Espíritu y los que les rechacen rechazan el poder del amor y la reconciliación.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por los líderes de la iglesia para que a ejemplo de los setenta y dos viajen con la carga de la fe y del poder de Jesucristo.

  2. Oremos por los gobernantes de las naciones para que comprendan que el verdadero poder es el de la justicia, la paz y el bien de todos.

  3. Oremos por todos los que necesitan oír una palabra de consuelo y esperanza.

  4. Oremos por nuestra comunidad parroquial para que se alegre en la paz que Dios ofrece a todos sus hijos.

  5. Oremos por los difuntos de nuestras familias y (nombres…) para que Dios les dé el premio de su gloria en su reino.