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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B Décimo sexto Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos todos a la celebración de la Eucaristía. Jesús invita a sus amigos a un lugar tranquilo para descansar del ajetreo del día a día. Una vez a la semana el Señor invita a sus hijos a descansar con él, a escuchar al Padre, a orar con Jesús y con los hermanos. El descanso es una bendición de Dios. Nuestra iglesia, área de descanso, es un lugar tranquilo al que nos trae el Señor para celebrar con él el amor y la salvación. Comencemos la celebración con el canto de entrada. MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA Jeremías, profeta del pueblo, se enfrenta con los reyes por el descuido con el que tratan las cosas de Dios y el abandono de los pobres. Jeremías denuncia con vigor a todos los poderosos y anuncia a los humildes la promesa de un pastor en el que podrán confiar y descansar. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA San Pablo habla de los que están lejos del Señor y de los que están cerca. Jesús murió para reconciliar con Dios a los de fuera y a los de dentro. Todos tienen que ser recreados por el Espíritu de Jesús. Las barreras humanas están llamadas a desaparecer. Cristo vino y viene para unir lo que está separado, para hacer un pueblo nuevo que alabe a un solo Dios y Padre de todos. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN AL EVANGELIO La invitación de Jesús, “vengan a un sitio tranquilo”, es para nosotros. Jesús se retiraba con frecuencia a un lugar tranquilo para estar a solas con su Padre, lejos del ruido y del ajetreo cotidiano. Jesús quiere que demos tiempo al trabajo y tiempo a la oración. Dios nos da seis días para ganarnos el pan y un día, el domingo, para el descanso, la paz y la oración. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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