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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A Vigésimo segundo Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos todos a la fiesta de la comunidad. Es Jesucristo quien nos preside e invita a los creyentes. Quiere compartir con nosotros su vida, su mesa y su palabra. Aquí estamos nosotros, la comunidad, los hijos de Dios, los hermanos. Estamos, a veces, distraídos y cansados, pero hoy el Señor quiere que veamos su gloria y que le sigamos a pesar de todo. Comencemos con el canto de entrada. PRIMERA LECTURA Abra el oído a esta hermosa confesión del profeta Jeremías. Es un grito de amor y dolor. Seducido por Dios, su vida se complica tanto que siente la tentación de abandonar su ministerio. ¿No es Dios un peso incómodo? ¿No es su palabra algo imposible? Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo invita a los creyentes a vivir de una manera agradable a Dios. Hoy tiene que decir a Dios las cosas buenas que piensa hacer para agradarle. Recuerde, Dios necesita sus regalos, le necesita a usted tal como es, le quiere tal como es. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO A los apóstoles no les gustaban las cosas que decía Jesús. No le entendían. No querían aceptar el sufrimiento y la muerte. Ganar y ser victorioso en el mundo o ganar la vida con Dios y los hermanos, ¿qué prefiere? Escuchemos la proclamación del evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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