MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Vigésimo segundo Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Jeremías 20,7-9; Romanos 12,1-2; Mateo 16, 21-27

ENTRADA

Bienvenidos todos a la fiesta de la comunidad. Es Jesucristo quien nos preside e invita a los creyentes. Quiere compartir con nosotros su vida, su mesa y su palabra.

Aquí estamos nosotros, la comunidad, los hijos de Dios, los hermanos.

Estamos, a veces, distraídos y cansados, pero hoy el Señor quiere que veamos su gloria y que le sigamos a pesar de todo.

Comencemos con el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Abra el oído a esta hermosa confesión del profeta Jeremías. Es un grito de amor y dolor.

Seducido por Dios, su vida se complica tanto que siente la tentación de abandonar su ministerio. ¿No es Dios un peso incómodo? ¿No es su palabra algo imposible?

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Pablo invita a los creyentes a vivir de una manera agradable a Dios.

Hoy tiene que decir a Dios las cosas buenas que piensa hacer para agradarle. Recuerde, Dios necesita sus regalos, le necesita a usted tal como es, le quiere tal como es.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

A los apóstoles no les gustaban las cosas que decía Jesús. No le entendían. No querían aceptar el sufrimiento y la muerte.

Ganar y ser victorioso en el mundo o ganar la vida con Dios y los hermanos, ¿qué prefiere?

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia, por todos los que la dirigen para que sean servidores fieles del evangelio.

  2. Oremos por los gobernantes para que trabajen por la paz entre los pueblos y por la justicia.

  3. Oremos por los enfermos, por los que sufren soledad, los ancianos para que les consolemos y acompañemos.

  4. Oremos por todos los niños que comienzan el nuevo año escolar para que sea un tiempo de crecimiento humano y espiritual.

  5. Oremos por nuestra comunidad parroquial para que todos nos empeñemos en hacer el bien y nos ayudemos a vivir con fidelidad el evangelio.

  6. Oremos por todos los difuntos de la parroquia y (nombres…) que el Señor les conceda el don de la vida eterna.