MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C

Vigésimo séptimo DOMINGO

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Habacuc 1, 2-3;2.2-4; 2 Timoteo 1, 6-8.13-14;
Lucas 17, 5-10

ENTRADA

Bienvenidos, hermanos y hermanas, a la celebración de la Eucaristía.

En este día del Señor, nosotros queremos celebrar que la salvación es para todos. Nadie está excluido del amor de Dios.

Los cristianos vivimos nuestra vida como historia de salvación, hecha de gracia y de pecado.

Reunidos en comunidad experimentamos la presencia de Dios y el calor de los hermanos.

Entonemos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

El profeta se queja del silencio de Dios.

Los violentos hablan con su fuerza, los tiranos con su opresión, los blasfemos con su falta de fe.

Dios parece no tener prisa. Dios no actúa. Pero su día llegará.

A nosotros, los impacientes, nos pide vivir en fidelidad la vida cristiana.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Pablo pide a Timoteo que no se avergüence del evangelio que ha recibido.

Y a nosotros nos pide reavivar el espíritu recibido en nuestro bautismo y luchar por el evangelio que la iglesia nos ha entregado.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Jesús nos dice a todos nosotros que cuando vivimos en la fe y desde la fe nuestras vidas estamos cumpliendo con nuestro deber. La fe es nuestra fuerza, nuestro camino, nuestra lucha contra la injusticia y también nuestra alegría.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por los líderes de la iglesia para que abiertos al Espíritu Santo guarden el depósito de la fe que Jesús nos dejó. Roguemos al Señor.

  2. Oremos por los líderes de la sociedad para que vean la pobreza en que viven tantos hombres en este mundo y creen una sociedad más justa y compasiva.

  3. Oremos por nosotros los católicos del Pilar para que nuestra fe sea más profunda y más operativa.

  4. Oremos para que el Espíritu Santo nos haga testigos creíbles de la fe que profesamos.

  5. Oremos por todos los difuntos de nuestras familias (nombres) para que gocen de la gloria y de la alegría de dios Padre en el cielo.