MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Sofonías 2,3;3,12-13; 1 Corintios 1, 26-31;
Mateo 5, 1-12

ENTRADA

Hermanos y hermanas, bienvenidos a la casa del Señor. Siéntanse a gusto y felices porque son invitados por el Señor. Siéntanse orgullosos de su Señor. Déjense alimentar por la palabra de Dios. Déjense enseñar por Jesús.

Una sabiduría nueva, un espíritu nuevo y una palabra nueva van a impregnar nuestra eucaristía, hoy. El Señor sube al cerro y nos habla. Escuchemos, recemos y cantemos en este domingo nuestra fe.

PRIMERA LECTURA

El profeta Sofonías nos urge a todos a buscar al Señor. Vivimos en medio de gente infiel y el Señor quiere crear un grupo que le sirva y se refugie en El.

¿Quieres formar parte de su pueblo?

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

"Hermanos, fíjense a quiénes llamó Dios", nos escribe San Pablo.

Dios eligió y sigue eligiendo a los sencillos para formar parte de su Iglesia.

En nuestra comunidad se cumple esta palabra al pie de la letra. Alegrémonos y sintámonos orgullosos del Señor, de su amor y de sus preferencias por los pobres y pecadores.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Ocho veces nos llama el Señor felices.

Ocho razones para vivir nuestra vida con esperanza.

Ocho maneras para cambiar de vida y de corazón.

Escucha estas ocho bienaventuranzas y mira a ver si eres feliz cumpliendo alguna.

El sermón del monte comienza con una promesa y esta promesa se llama felicidad.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que sean felices en su ministerio y prediquen la felicidad del Dios amor.

  2. Por todos los gobernantes para que desde unas leyes justas y compasivas busquen la felicidad y el bienestar de los más humildes y necesitados.

  3. Por esta comunidad del Pilar para que se sienta orgullosa del Señor, viva la felicidad de su elección y obedezca a Dios.

  4. Por todos los alejados de la felicidad de Dios, por los que sufren en su cuerpo la enfermedad, el hambre o la desesperación. Que nosotros sepamos ayudarles.

  5. Por los niños y jóvenes de nuestra parroquia, que les ayudemos a descubrir la felicidad que Dios nos ofrece.

  6. Por todos los difuntos de nuestra parroquia y (nombres) para que vivan ya la felicidad en los brazos de Dios Padre.