Escritura: Levítico 13, 1-2.44-46; 1 Corintios 10,31 – 11,1; Marcos 1, 40-45

ENTRADA

Bienvenidos, hermanos y hermanas, a la eucaristía del día del Señor.

Jesús quiere sanar, hoy, a todos los enfermos de la lepra del pecado e incorporarlos a la vida de la comunidad.

La medicina que nos ofrece Jesús es su perdón generoso y total. No desconfíen nunca de su amor.

Celebremos con gozo la fiesta del Señor. Somos un pueblo sanado y redimido.

Entonemos el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERALECTURA

Los leprosos en Israel sufrían una doble maldición: la de la enfermedad y la separación de la familia y del culto.

Jesús vino a eliminar toda separación. Sólo su amor reúne y plenifica.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Pablo nos exhorta a imitar a Cristo y a aceptar y querer a todos.

Pablo edifica el cuerpo de Cristo y acepta a todos los que se someten a su ley del amor.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO

En la curación del leproso, Jesús muestra su poder y su compasión por los que la gente rechaza por su enfermedad o su pecado.

Jesús toca al leproso y lo devuelve al mundo de los vivos.

ORACIÓN DE LOS FIELES

1. Oremos por la Iglesia que formamos todos para que sin miedos toquemos con amor a todos los marginados y necesitados.

2. Oremos por los enfermos del sida y todos los marcados como peligrosos para que sepamos acogerlos como lo hizo Jesús.

3. Oremos por los gobernantes de las naciones para que respeten a todos, incluidos los no nacidos.

4. Oremos por los enfermos de nuestra comunidad para que sientan el amor de Dios y el nuestro.

5. Oremos por los difuntos de nuestra parroquia y (nombres…) para que gocen de la vida eterna en el cielo.