MONICIONES Y PRECES PARA LOS TRES CICLOS

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 52, 7-10; Hebreos 1, 1-6; Juan 1, 1-18

ENTRADA

Feliz navidad a todos y bienvenidos a la celebración de la eucaristía en este día de alegría, de paz y de familia.

Reunidos todos en torno a la cuna de Jesús contemplamos admirados al niño recién nacido y desde la fe celebramos la nueva presencia de Dios en medio de nosotros.

La Navidad es para nosotros aceptar la compañía de este nuevo hermano que nos trae el amor, el perdón y la salvación de Dios.

Dios ha nacido. Celebrémosle. Alabémosle.

Con cantos celebramos su presencia en esta eucaristía.

PRIMERA LECTURA

Canto de alegría y esperanza canta el profeta a su pueblo y a Jerusalén. La liberación está muy cerca. Profecía lejana y sueño esperado durante siglos.

Nosotros, ya no tenemos que esperar.

En Jesucristo, el Mesías esperado, el rey victorioso, se nos comunica la vida y la paz del mismo Dios.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Dios habla a los hombres de mil maneras a través de la historia, los profetas, la Biblia, la iglesia, los acontecimientos cotidianos, pero cuando llegó la plenitud del tiempo pronunció su mejor y única palabra: Jesús.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

La Palabra se hace carne, se hace persona, pone su tienda en medio de nuestro campamento y nos enseña el camino que lleva a la plenitud. Nos hace hijos, nos trae la gracia y la verdad.

Los hijos de la carne, enemigos de Dios, nos hacemos hijos y somos revestidos de gloria y de divinidad.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia para que todos los que la formamos reflejemos a Cristo en la Liturgia, en la Caridad y en el anuncio de la Buena Noticia.

  2. Oremos por aquellas naciones que viven la tragedia de la guerra y de la violencia y el olvido de las naciones ricas para que superadas las tensiones podamos vivir en un mundo cada día más según el proyecto de Dios.

  3. Oremos por los niños sin escuela, y sin padres, por los ancianos, por todos los que viven la soledad en estos días de familia, por los presos para que todos reciban el abrazo y el calor de Dios que nos trae Jesús.

  4. Oremos por nosotros, los reunidos en esta Navidad, los que celebramos con fe la presencia de Jesús para que, en nuestra vida de cada día, hagamos presente la paz y la alegría de esta fiesta.