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Escritura:
Éxodo
14,15-15,1;Éxodo 15,1-6.13.17-18;Ezequiel 36,16-28; Romanos
6,3-11;Mateo 28,1-10 |
MONICIÓN A LAS LECTURAS
En esta noche santa hay que estar despiertos y vigilantes. La
liturgia nos regala, a través de la Palabra de Dios, la historia de
la salvación, nuestra historia: desde la creación del mundo hasta la
nueva creación, desde el primer fracaso hasta el triunfo de la
resurrección, la victoria del amor de Dios.
La iglesia, en esta noche, nos invita a escuchar la buena noticia, a
acogerla en nuestros corazones y a proclamarla a nuestros hermanos.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
EVANGELIO
El Señor dice en esta noche:
Ve de prisa María, reúne a mis discípulos. En ti tengo una trompeta
sonora: toca una canción de paz para los oídos de mis escondidos
seguidores, despiértalos para que acudan a mi encuentro y enciendan
sus antorchas.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
ORACIÓN DE LOS FIELES
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Oremos por la iglesia, extendida por goda la tierra, para que
proclame con gozo a todos los hombres que Cristo vive, que en Él
hay victoria y vida para siempre. Roguemos al Señor.
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Oremos por todos los que sufren pobreza, enfermedad, soledad,
cercanía de la hermana muerte, para que la esperanza de la
resurrección y la bondad de Dios siembre en sus corazones paz y
consuelo. Roguemos al Señor.
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Oremos por nosotros, tantas veces tentados de tirar la toalla,
para que la victoria de Cristo sea también nuestra victoria y en
la adversidad recordemos esta noche de Pascua. Roguemos al
Señor.
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Oremos por los jóvenes, indiferentes y descreídos, para que
encuentren en la luz del cirio pascual de Cristo una luz nueva
para caminar por un camino nuevo, el de la fe, la esperanza y el
amor. Roguemos al Señor.
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Oremos por los difuntos de nuestras familias y de nuestra
parroquia para que con Cristo y por el poder de Dios sean
despertados a la vida nueva y contemplen al Dios amor cara a
cara. Roguemos al Señor.
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