LA SEMANA DE LOS CRISTIANOS

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio....

   

 

Fenómeno singular y soriano ver a la gente arracimada a las puertas de las iglesias. Escala obligada durante el paseo de salud, matinal o vespertino. Se leen las esquelas, se hacen comentarios, se investigan identidades o se sorprenden al contemplar las puertas limpias. Hoy, gracias a las intermitencias de la muerte, no hay esquelas, comenta alguien indignado.

Fenómeno no menos singular es la presencia multitudinaria de amigos y enemigos, de creyentes y ateos en los funerales. Presencia social. Y así de funeral en funeral muchos hombres asisten, mudos e impasibles, a unos ritos a los que no les une ningún cordón umbilical.

La Semana Santa, la semana de los cristianos, es mucho más que una esquela colgada a la puerta de las iglesias cada Viernes Santo.

Jesús Nazareno Rey de los Judíos, INRI,

Murió abandonado por Dios, sin recibir los sacramentos.

Sus apenados hijos e hijas, amigos, simpatizantes agradecen…

El Viernes Santo, día de muerte en cruz, silla eléctrica, horca, pelotón de fusilamiento… día de tinieblas y de tragedia, los españoles sacamos los pasos a las calles. Los pueblos y ciudades se convierten en museos vivientes, en espectáculo, "declarado de interés turístico" para mirones y visitantes.

Cofrades y cristianos del Viernes Santo y todos los que celebramos el funeral del mejor hombre, el mejor amigo y el único Salvador, nos congregamos, no para ser espectáculo, sino para ser testigos veraces del inmenso amor del Señor Jesús.

Con nuestros Cristos rotos y ensangrentados, muertos y sepultados, somos los cristianos del Viernes Santo los voceros de la agonía de Cristo hasta el final de los tiempos.

Los protagonistas de las películas tienen un doble que filma sus arriesgadas piruetas. En el Viernes Santo no hubo doble. Jesucristo, el hombre para los demás, el siervo sufriente, es el único protagonista de esta historia de amor que nos seguimos contando e interpretando en mil escenarios distintos. El verdadero Viernes Santo consiste en bajar al infierno real, asumir y redimir las cruces en que los hombres mueren y no son felices.

No son los clavos los que sujetan a Cristo en la cruz, sólo el amor, sólo por amor, Cristo sigue clavado en su cruz. Y porque nosotros estábamos allí en aquel primer Viernes Santo, nos hacemos presentes en este Viernes Santo.

La muerte es una coma, no punto final.

Dios es Dios porque sólo Él puede devolvernos la vida. "El amor es más fuerte que la muerte".

Pascua Florida. Risa Pascual. Día más joven de la historia. Mesías de Händel en vivo y en las ondas. Sombreros con flores, regalos de vida y alegría. Sonrisas y saludos nuevos. Los cristianos de rito oriental, en este tiempo de Pascua, no se saludan con el rutinario y soso, ¿qué tal?, sino con un sonoro Xristós anesti (Cristo ha resucitado) y responden con un beso santo Alethós anesti (Verdaderamente ha resucitado). Pascua por fuera y por dentro.

La semana de los cristianos no termina en tragedia sino en victoria. Somos los hombres y mujeres de la Pascua. Sin la resurrección de Cristo, no iglesia, no cristianos, nada, sólo un mundo más cerrado que un huevo, no trascendencia.

Son pocos los cristianos porque sólo celebran la muerte. Tapan la tumba y ponen el punto final. No saben esperar el alba gloriosa de la vida nueva.

To Easter, hacer Pascua, reír, amar, vivir y dar vida. Hacer Pascua porque Él ha resucitado. Porque Él vive, yo también vivo. Aleluya.

A todos los cristianos y a todos los que en la bodega de su ser alimentan una chispa de esperanza humana, a todos, Feliz Pascua Florida.
.