UNIDOS POR UN LIBRO

P. Félix Jiménez Tutor, Sch. P.....

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Todo empezó en Seattle, en 1998, cuando Nancy Pearl invitó a todos sus habitantes a leer, no un libro, sino el mismo libro. La idea, como lluvia del cielo, cayó tan bien que semanas después todos se zambulleron en la lectura de la novela "The Sweet Hereafter" de Russell Banks.

Todos unidos por un libro, en la misma conversación, en el mismo placer de la lectura, en el mismo espíritu y en los mismos valores. Toda la ciudad en la misma página y en una sola tertulia.

Otras muchas ciudades copiaron la receta y eligieron su menú. Chicago degustó "To kill a Mockingbird" de Harper Lee. San Francisco optó por el agridulce de "The Grapes ofWrath" y Los Ángeles por "Fahrenheit 451 ".

¿Y Nueva York? Todavía busca su libro.

Nueva York presume de ser la capital económica, literaria e intelectual del país y el resto son las provincias y sus provincianos.

Nueva York, la ciudad del individualismo puro, se inclina más por dejar a cada uno leer lo que quiera. ¿Se imaginan a millones de usuarios del subway -el metro- leyendo el mismo libro en el mismo idioma?

Nueva York es la ciudad multicultural y políglota, se hablan mas de 100 idiomas además del ingles, ingles hablado en miles de acentos foráneos. ¿Cómo convertir a esta masa en un enjambre de abejas lectoras?

La élite de Nueva York pregona a los cuatro vientos que no hay que convertir la literatura en política o en escuela de valores cívicos, patrióticos, de tolerancia. . .

A pesar de las voces en contra de unidos por un libro, se sigue buscando el libro. ¿Se convertirá Nueva York en una gran biblioteca publica?

Existen ya numerosos grupos en torno a un libro. Dicen que la mejor tertulia de Nueva York en estos últimos años giraba en tomo a un libro, el Génesis. Burton Visotzky, profesor del Seminario Judío, reunía a abogados, médicos artistas... Y juntos elucubraban sobre las familias disfuncionales del Génesis. De la tertulia surgió un programa de televisión y luego nació un libro: "A living Conversation". A pesar de todas las reticencias, los buscadores del "libro" que una a los neoyorkinos ya van adelgazando la lista de los favoritos. Dos títulos suenan con fuerza: "The color of Water" de James McBride que narra la vida de un joven de Brooklyn. Padre negro y madre judía, mezcla de sangres, y culturas, identidades y lealtades en conflicto, lucha por crecer en una ciudad sin enloquecer. Y "Native Speaker" de Chang-rae Lee. Crónica de la vida de un concejal koreano-americano de Queens atrapado en la corrupción.

La discusion sigue.¿Esteramos unidos por un libro o por un enemigo sin rostro? Yo ya me he comprado "The Native Speaker" para saciar mi curiosidad literaria y para unirme al posible maratón de lectores aficionados y profesionales de Nueva York.

Hoy, en el pórtico de la Semana Santa, me siento unido por un libro, la Biblia, a miles de creyentes. Durante esta semana, todos estaremos en la misma pagina, todos con los ojos puestos en el mismo Señor, todos leyendo :y caminando juntos. Más que unidos por un libro, una sangre, una lengua o una religión, todos unidos en Jesucristo. Y muy unido a mis feligreses con los que compartiré muchísimas horas inolvidables. Sí. Unidos por el libro y por la vida.

Y, ahora, en Soria, juntos vamos a leer el libro del Apocalipsis.
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