











|
“20 de
Abril del 90”, carta nostálgica musicalizada por Celtas Cortos.
“Es que
estaba aquí solo, me había puesto a recordar, me entró la melancolía y te tenía
que hablar. Hoy no queda casi nadie de los de antes”...
4 de
Abril del 70. Yo no soy adicto a las fechas, me producen vértigo, pero sé que
existen en el calendario, en el registro civil, en los archivos diocesanos, en
la corteza de los chopos, “cifras que son fechas”, en los candados del puente de
Santiago y hasta en las lápidas de los cementerios.
La vida
es más que un puñado de fechas, es una colección de textos. Lo aprendí del
profesor Miguel Artola, fechas vs. textos, olvida las fechas y elige los textos
que definen el sentido de la historia y explican y comentan las fechas de los
acontecimientos y las vidas humanas.
4 de
Abril del 70. Asterisko, Nota Marginal en mi Biografía.
Cuando
yo era tan inocente que no tenía ni tentaciones.
Cuando ser bueno no tenía ningún mérito.
Cuando presumía de aventuras más soñadas que vividas.
“Fue
ordenado sacerdote por Don Saturnino Rubio Montiel, Obispo Emérito de Osma-Soria
en el Colegio de los PP Escolapios de Soria, siendo Rector el P. José María
Martínez”.
El P.
José Pau, gigante como hombre y como Escolapio, con su coral infantil puso la
mejor música en la celebración de Soria y en la de Noviercas, Primera Misa y
Primeras Comuniones. Hoy no queda casi nadie de los de antes…!y los que quedan
qué distintos son!
4 de
Abril del 70. Nostalgia suave, pasado carente de intensidad dramática,
temperaturas emocionales y sensuales que nunca alcanzaron la calificación de
peak experiences, sólo los textos, algunos documentos doctrinales, alcanzaron
ocasionalmente el boiling point.
El
martirio de la rutina del diario vivir es más martirio que el del paredón.
Pasado,
mini-espectáculo, contemplado con serena pasividad, fuiste mío, no más. “Hoy
dista mucho de ayer. Mañana es nunca jamás”.
El
pasado es el verdugo que todo lo aniquila, es el necesario olvido de los dioses
y de los hombres.
El
militar cuelga su uniforme, decorado con kilos de medallas de colores, y se
siente menos que hombre en su vacío interior, añora el ayer y sueña con el
uniforme que, colgado para siempre, le da una pensión para un vivir disminuido y
maldice la institución que ha servido servilmente y ya ni lo necesita y ni lo
echa de menos. Se ha quedado sin fechas, sin texto.
4 de
Abril del 2020. Celebro mi 50 Aniversario de Ordenación Sacerdotal bajo el signo
apocalíptico del Coronavairus , bajo el signo de la venganza de la Madre Tierra
que, violada repetidamente por la avaricia ignorante de los hombres, necesita
cobrarse su tributo en vidas humanas, en metálico, en sobresaltos, en vacunas
experimentales, en icebergs derretidos de placer…
Yo
celebro mi 50 Aniversario sin mirar atrás y, más que satisfecho, no lamento
nada. No es tiempo de acumular sino de desescombrar.
Los
hombres orgullosos, su vanidad nunca satisfecha, se convierten en generales de
sillón, púlpito para perorar sobres sus batallas, sus victorias, sus medallas,
sus éxitos...letanía triunfal que necesitan recitar diariamente a quien les
quiera escuchar. Otras veces, gimotean peroratas patéticas, signo de inmadurez,
que se convierten en lastimeras jeremiadas por injusticias y desprecios
sufridos, cicatrices que nunca se cerrarán.
“Nadas
más falso y enfermo que el corazón:¿quién lo entenderá? Jeremías 17, 9
4 de
Abril del 70. Tiempo de desescombrar. Los materiales con los que hemos
construido nuestro pequeño mundo son inservibles en el nuevo planeta.
4 de
Abril del 70. Tiempo de comenzar el aterrizaje en el único planeta en el que los
títulos no se pueden homologar, las victorias no se pueden celebrar, las
medallas no se pueden exhibir, los amores no se pueden llorar, las batallas no
se pueden contar.
Planeta
de la perfecta igualdad, del perfecto Amor y de la perfecta escucha.
4 de
Abril del 70. Tiempo de desnudarse del todo y de permitir al Alfarero volver a
embellecer su imagen y vestirla de nuevo con su gracia. “Desnudo salí del
vientre de mi madre y desnudo volveré a Él”.
4 de
Abril del 70. Tiempo del progresivo desapego de la existencia. Ya no hay que
matar el tiempo, hay que dejar que el tiempo consume su trabajo, el Total
Desapego, la Total liberación.
Muchos
"y yo más" podría entonar, pero carecen de interés para mi disminuido ego y no
tienen ningún interés para "esos engreídos superapóstoles que se llaman judíos y
no lo son", como leo en el libro de la Revelación.
Sí, me
sobran todas las fechas. Me quedan los textos.
4 de
Abril del 70/ hola hermano ¿cómo estás?/ ¿te sorprende que te escriba?/tanto
tiempo es normal. Pues es que estaba aquí solo...
|