Acabemos con las Navidades.  !VIVA LA NAVIDAD!

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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“Hoy dista mucho de ayer.
Ayer es Nunca jamás. A. Machado

Jesús, el de Belén, el de Nazaret, el de la Historia, pertenece a un ayer tan distante que su recuerdo, pura leyenda, olvidado y borroso, es una fina voluta de humo y Jesucristo, el de la fe, es poco invocado y nada creído.

En esas entrevistas sin sustancia, los periodistas preguntan, a veces, a los entrevistados, ¿quién es el personaje histórico que usted más admira y cree que sería necesario que volviera?

Vivimos hoy tan en la superficie que sólo conocemos los nombres de artistas, futbolistas, cantantes y celebridades del planeta de la banalidad, citar un filósofo es para nota y citar un gran científico es para matrícula.

Como no esperamos un Salvador a nadie se le ocurre nombrar a Jesús de Nazaret y como sólo tenemos un planeta, hoy sólo tenemos un problema, el cambio climático, y tenemos a Greta, la de la cara avinagrada, para recordárnoslo.

Ayer cantábamos con John Lennon: “Imagine the brotherhood of man. Imagine all the people sharing all the world”.

El sueño de John Lennon, eutopía siempre pendiente, como tantos otros sueños divinos y humanos, se ha quedado en una hermosa e inspiradora canción.

Para olvidarnos del Planeta y de su cáncer y de la Brotherhood of man y de la Salvación tenemos LAS NAVIDADES, tiempo de compras, de ajetreo y de envío de felicitaciones sin sustancia y sin alma, firmadas por Hormisoria o por la Institución X.

Qué asco me dan esos esqueletos metálicos, disfrazados de Árboles, que por la noche visten con bombillas de colores y los convierten en semáforos y les dedican sermones y villancicos.
No, no, el árbol que ardía sin consumirse era otra cosa, era una teofanía, ardía y sigue ardiendo y no hay quien lo apague.

En LAS NAVIDADES, paisaje exterior, todo en abundancia, todos presentes, sólo está ausente el protagonista, Jesús el de Belén.

¿Y si acabáramos de una puñetera vez con los decorados de plástico y celofán, con la sonrisa postiza y la alegría por imposición y con los ateos celebrando una fiesta que no necesitan ni merecen?

¿Y si acabáramos con LAS NAVIDADES tal como las conocemos y vivimos?

El Evangelista Mateo, el inventor de La Navidad, en el capítulo 7, versículo 6, nos pide que acabemos con LAS NAVIDADES.

“No deis lo santo a los perros, no les echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y después se vuelvan para destrozaros”.

LAS NAVIDADES, las que celebran los perros, son un paisaje exterior, invento humano, como dice el profeta “parir viento”. Llenarse de todo para quedarse vacío. Son pura contaminación, globalizadas, a pesar de carecer de contenido, parece que no quieren irse.

Dejemos LAS NAVIDADES a los que necesitan llenar el vacío existencial con perlas artificiales y baratas y con los balidos de un rebaño perdido y hambriento bajo el sol.

A nosotros nos toca regalar mascarillas anti-NAVIDADES para que los creyentes no se contaminen y celebren LA NAVIDAD, la del Señor, la del Salvador.

NAVIDAD, paisaje interior, epifanía del corazón, regalo de Dios, “tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su Hijo”...

NAVIDAD, día en que, agradecidos, aceptamos el misterio de un niño y nos comprometemos a compartirlo con los demás.

Cuando un niño nace en la familia lo primero que hacemos es buscarle un parecido, se parece a…

El Hijo de Dios, mi hermano, se parece mucho a mí, se parece mucho a todos los seres humanos.

NAVIDAD no es acoger un extraño, un extranjero, es acoger a alguien que se parece mucho a todos nosotros.

T
odos hijos en el Hijo, todos imagen de Dios, todos hermanados en la única NAVIDAD, the true Brotherhood of man. VIVA LA NAVIDAD.