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En
“Tantos Libros y tan poco Tiempo” me recreaba yo reviviendo mis placeres en mi
escritorio, mi Cuarto, mi primera C. By the way, hoy Día del Libro, acabo de
leer “Lluvia Fina” de Luis Landero, gran novelista, gran escritor.
En “Los
Placeres de la Edad Tardía” hay poesía, hay teología, mis erecciones carnales y
espirituales, mis placeres cotidianos, mi experiencia de los caminos, del
Camino, mi segunda C.
Sólo un
jubilado, sin nietos, agraciado con un paquete de acciones valiosísimas, time is
money, puede disfrutar con un buen libro, con un largo paseo por senderos
solitarios.
Amigos
y familiares me preguntan, ¿No te aburres? Tu calendario sin fechas, sin
eventos, sin reuniones, sin más citas que las neoyorkinas y las de los médicos
tiene que ser, por necesidad, aburrido.
No se
creen que tengo el calendario lleno y que me faltan horas. Además para ser feliz
se necesita una buena dosis de aburrimiento bien condimentado.
Yo
siento lástima, sabiduría de las canas, por esas personas que ostentan títulos
XL, y no tienen tiempo para gozar de ninguna C.
Hace
unas semanas nuestro conferenciante, experto en memorias de África, en un
aparte, se preguntaba por el salmo o por el texto que pregunta: ¿Puede una madre
olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas?...
Divina
coincidencia, ese día en la Eucaristía de la mañana habíamos proclamado, los que
la celebramos, el texto alusivo a la madre buena de la que habla Isaías en el
capítulo 49,15-16.
Dios no
es un cajero automático, no da dinero, no es un evento, no envía SMS, no hace
colectas. Dios es muchas veces mero pretexto para nuestros negocios y para
vacíos discursos, razón por la que le damos calabazas.
Todas
las comunidades de frailes y de monjas tienen dos ámbitos sagrados, la Capilla y
el Comedor. Betania, nuestra Residencia de Mayores, cuenta con una Capilla.
“Oh
Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo
Mi alma está sedienta de ti”...
Con
estas palabras, propias de enamorados, frailes y monjas estrenan el día en la
Capilla.
Cada persona
tiene su ritmo, cada corazón, tambor de la fiesta, late con más o menos
intensidad y hasta deja de latir muchos días. Eso del amor, eso de sintonizar
dos corazones, tiene sus rarezas, unos llegan con mucho tiempo a la cita del
amor y otros llegan con las legañas y el peine en la mano.
En
nuestra Residencia de Mayores la Eucaristía matinal puede presumir, vista con
los ojos de la carne, sólo Dios conoce lo que hay dentro de cada corazón y
contrastada con la de otras comunidades, de buena y abundante música, elemento
esencial de toda celebración, y de sabias moniciones y comentarios de la
Palabra. La celebramos sin prisa,con solemnidad y en paz.
La
Capilla, C fundamental, es el ámbito de lo comunitario, de lo obligatorio, como
si el amor se pudiera regular o necesitara horarios fijos y es también el ámbito
de lo personal y refugio del que necesita Wi Fi porque no la encuentra afuera.
La C de
Capilla, es lugar de Paz, de Silencio y Área de descanso para los hombres
ajetreados y pluriempleados y también para los jubilados.
Las
Capillas y las iglesias permanecen cerradas 20 horas al día, sólo las
catedrales, lugares de turismo abren todo el día y, en algunas, hay que pasar
por el detector de metales.
La
Capilla de la Residencia de Mayores, Betania, pobre en su mobiliario, pobre en
sus objetos de culto y en sus ornamentos, es pobre en todo. Sus bancos,
voluminosos cajones de madera constituyen un asalto al reducido espacio y la
iluminación es un paso cebra poco original.
La
estética, la belleza del ámbito religioso, en el que el nombre de Dios habita,
no es algo banal, prescindible, es necesaria para experimentar la Shechinah, la
presencia de Dios.
Experiencia
personal que no se puede empaquetar y regalar al compañero de banco.
En la
experiencia I - Thou, según Martin Buber, hasta ese guioncito está lleno de
significado, es el Espíritu el que une el Yo - TÚ y vivifica la relación.
La C de Comedor nos es una c minúscula. El Comedor a pesar de no ser un lugar
sagrado es más visitado y con más apetito que la Capilla.
La C de Cuarto, mi cuarto, es inviolable.
La C de Comedor es imprescindible como lo son las quejas del diario maná.
La C de Camino, medicina natural, es opcional.
La C de Capilla, no somos monjes, sólo según horario.
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