El Prólogo Cuaresmal

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Febrero 11, 2018. Terminada la misa de 5.30 PM, cena en el restaurante The Smith. A nuestra izquierda una pareja francesa conversaba animadamente sobre “l´argent, c´est beaucoup d´argent”, a nuestra derecha un joven alto y guapo de Bielorrusia platicaba con una joven polaca, declaraciones de amor entre sorbitos de vino blanco, y nosotros, una persona filipina y yo, sumergidos en ese ambiente bullicioso y bullanguero, un restaurante es un lugar en el que todos bajan la guardia y confiesan pequeños secretos, nosotros hablábamos, por inverosímil que se te antoje, del Prólogo Cuaresmal.

Prólogo Cuaresmal, tema de conversación mientras cenábamos el ¨Smith Bar Steak¨ acompañado de una Blood of the Unicorn, que pregonará renuncias y adioses a una interrumpida cotidianidad.

Miércoles de Ceniza, nuestro Prólogo Cuaresmal, está llamando a la puerta.

Le comentaba yo, no revelo ningún secreto de confesión, que el sábado un católico ucraniano de rito oriental vino al confesionario a confesar sus pecados y me comentó que ellos no tenían el Miércoles de Ceniza, el lunes comenzaban la Cuaresma con el Gran Ayuno. Se libran del rito light de la ceniza, pero entran en un largo, denso y serio ayuno. El ayuno romano es simbólico, le faltan los ecos del profeta Isaías, Ël ayuno que yo quiero… A falta de ofertas proféticas, se ofrece el consumo de ritos y tradiciones humanas.

Febrero 14, 2018. En el calendario civil es un miércoles como otro cualquiera, un día laborable, un día escolar y día de San Valentín, día de regalar algo a mi significant other, una de esas fiestas horteras que inventa el Corte Inglés y similares.

El calendario litúrgico marca una fiesta religiosa importante en la Iglesia Católica. Si usted tiene más de 60 años seguro que se acercará a la iglesia a recibir su puñadito de cenizas y evocará recuerdos sulfúricos y bulas para comprar privilegios para aquí y el gran artículo de lujo para el más allá. Ayer era una fecha marcada con fuego, con los novísimos, con el lago de fuego y azufre que es la muerte segunda. Los pecadores, todos, tenían que beber la copa de la ira de Dios. Un apocalipsis disfrazado.

Los treintañeros de hoy, instalados en un presente leve, no se sienten concernidos por la trascendencia, ignoran todo lo relacionado con la religión y su indiferencia está perfumada con música New Age.

La religión, dicen, son las adidas que se ponen los viejos para viajar al cielo.

El Miércoles de Ceniza comienza el maratón cuaresmal. El evangelio de Mateo 6,1-8 es el pregón cuaresmal, Oración, Ayuno y Limosna. Prácticas de todos los días del año, se nos recuerdan para que al menos las practiquemos en Cuaresma.

Cuando Mateo escribió su evangelio la sociedad judía además de ser religiosa se empeñaba en aparentar que era religiosa, la apariencia era más importante que la realidad.

En la ciudad secular cualquier show es novedoso e interesante menos el religioso. Vivimos en una sociedad de homeless espirituales. Ayer decían ¨creo pero no pertenezco¨. Hoy dicen, ¨ni creo ni pertenezco¨.

El Miércoles de Ceniza lo viviremos y lo celebraremos los que creemos y pertenecemos, los gayatas y bastones. Los otros prepararán el uniforme de cofrade y tocarán el tambor. Ser cofrade es una profesión de animación turística. Los otros ya han sacado billete para el Caribe.

Vivir el prólogo y escuchar el pregón cuaresmal y recibir la cruz de ceniza en la frente está muy bien, pero eso es sólo la primera página.

En NYC miles y miles de cristianos de todas las marcas y muchos paganos se acercarán a recibir la ceniza, signo de mortalidad, solo Dios es para siempre, los hombres y sus rollos se autoproclaman, se autoanuncian y se autopromocionan en facebook y los media, son sus quince minutos de gloria.

El Miércoles de Ceniza tiene mucho de circo. Impondré la ceniza en siete misas y recordaré a unos, a los que creen y pertenecen, ¨Conviértete y cree en el Evangelio” y a los que vienn a ver la caravana del circo les diré, “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”.

El Miércoles de Ceniza es sólo el Prólogo, lo importante viene después, el maratón que hay que culminar entonando el Exultet, prólogo de la Pascua de Resurrección.