c

Feliz Año Nuevo

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

.  

 


Hace cuatro días les deseaba Feliz NAVIDAD.

Algunos teníamos algo que celebrar, alguien a quien dar posada, una asombrosa historia que contar, un nacimiento celestial, el Amor hecho carne visible, tangible, besable.

Hoy, a las puertas del 2021, quiero felicitarles algo más prosaico, más trivial, El Nuevo Año.

El año 2020, veinte veinte, sonaba tan bien, era una cifra tan redonda, tan fácil de decir que lo estrenamos con ilusión.

Vivíamos en un Mundo Feliz. El hombre, eterno zahorí, parecía haber encontrado el elixir de la felicidad, y gran prestidigitador sacaba de su sombrero, cada día, un gadget más novedoso y más poderoso. El universo era nuestra ostra.

El hombre, bateau ivre, pensaba que Dios era “el invento más innecesario de cuantos se han imaginado”.

Hoy, resulta demasiado fácil maldecir el Año veinte veinte, 2020.

Ha matado la vida del cuerpo. Son muchos los conocidos y queridos y otros que son meras estadísticas los que nos han dejado.

Ha matado la vida social. Nos ha distanciado. Tras puertas blindadas, todos somos sospechosos, todos somos portadores del gran mal.

Ha matado la vida del alma. Cerrados todos los templos, “se ha hecho un silencio de media hora” y aún no se ha abierto el séptimo sello del Apocalipsis.

Ha matado la economía. Se ha parado el mundo, los aviones en sus hangares y los turistas en tierra han matado el turismo. He visto miedo en los ojos de los Católicos del Coronavirus y de los ciudadanos.

Hoy, me alegro de que haya terminado el 2020. Ha sido para todos Un Annus Horribilis.

Como dice Charles Dickens en la primera frase de su novela A Tale of Two Cities: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”. “It was the best of times, it was the worst of times”...

Feliz Año Nuevo 2021. Junto con todos los habitantes del planeta tierra, los de Pastriz, unos en casa, otros en el Ajax Bar y otros en la iglesia de San Pedro Apóstol, celebramos el comienzo del Nuevo Año.

Nuevo”, es una palabra de nuestro vocabulario que pone una sonrisa en nuestros labios y gran excitación en el corazón.

Nuevo” siempre suena a gran noticia: “nuevo” amor, “nuevo” trabajo, “nuevo” hijo, “nuevo” LEXUS... miles de oportunidades para agradecer y regocijarse.

Mirar atrás es bueno. Repasamos las lecciones aprendidas a medias y damos gracias a Papá Dios por sus bendiciones.

Mirar al futuro es bueno. Nos preguntamos, ¿Tendremos salud y paz? ¿Subirá el precio de la alfalfa? ¿Y si mi ex me pide volver? ¿Y si el sol se declara en huelga?

¿
Algún acontecimiento cambiará el rumbo de mi vida? ¿Encontraré el camino de Dios y de su iglesia? ¿Será el 2021 el Año de mi Conversión? The answer, my friend, is blowing in the wind...canta el Premio Nobel, Bob Dylan.

A pesar de todo, creemos en el mañana. El mañana pertenece a Dios.

Pertenezco al hoy y al ayer pero en mí hay algo que es de mañana y de pasado mañana y del futuro” afirma Zaratustra.

Nuestro pecado original no está en la manzana sino en el “veneno del tiempo”.

Dios es, no necesita ningún atributo más.
“El hombre, nacido de mujer, corto de días y harto de inquietudes como flor se abre y se marchita”...Job 14,1-2 Lo nuestro es ser efímeros, pero el futuro tiene nombre, venimos de lejos y vamos muy lejos, a los brazos de Dios.
Que suenen las trompetas y los ángeles canten los halllelujahs de la ciudad celestial.

El Señor te bendiga y te proteja,
Ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.
El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz. ( Números 6,24-26)

P. Félix Jiménez Tutor, Párroco