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Hemos
pasado de tener las puertas de la casa abiertas día y noche a tenerlas cerradas,
blindadas y aseguradas. Securitas Direct es nuestro Ángel de la Guarda.
Años
atrás, se podía entrar en las iglesias, lugares sagrados, reino del silencio, y
sentarse en un banco, sorber la belleza del templo y saborear la delicia de la
“nada”. Nada que decir, nadie a quien expresar la pesadez de la existencia y la
inutilidad del ajetreo de la ciudad.
Ya no
hay diferencia entre la vida cotidiana y el tiempo de ocio. Vivimos
aceleradamente, always on the road.
Hoy,
todo está abierto y hay farmacias, restaurantes y numerosos negocios que están
abiertos 24/7, los 365 días del año. Todo abierto, menos las iglesias, y las que
se abren, extravagante generosidad, abren durante los 40 minutos que dura la
“misa rezada”.
Las
ciudades son poco hospitalarias, no es fácil encontrar un sitio tranquilo para
descansar los pies cansados del asfalto, para aliviar la mente y, sin
pretensiones metafísicas, mirar hacia adentro y auscultar el ritmo del corazón y
del alma.
El día
3 de mayo de 2022, recorrí la pequeña ciudad, llamé varias veces y a distintas
horas a las puertas de la catedral y de otra iglesia y nadie me abrió. Las
catedrales del mundo suelen estar abiertas, no para el culto, pero sí para los
turistas. No pude expresar mi desencanto y frustración.
Places
of Peace and Quiet es el título de un libro que describe y enumera las iglesias
abiertas en las que se puede descansar, orar, meditar y evadirte de la locura de
la ciudad.
The
Little Church around the corner. Iglesia episcopaliana de la Transfiguración,
-calle 29 y 5th Avenue- rinconcito sereno, silencioso y verde, es uno de mis
lugares favoritos.
Conozco
una iglesia católica en la calle 14, abierta todo el día a los feligreses, a los
transeúntes, a los mendigos y a los borrachos del barrio. Aquí sí que es verdad
el cartel que proclama; All Welcome. Todos Bienvenidos. Entren y saluden al
Jefe.
Hoy se
escriben libros sobre “Las iglesias vacías”. Las iglesias vacías gritan sermones
desesperados y apocalípticos. Dicen que Dios está muy enojado y muy solo.
El
teólogo nos manda vivir “como si Dios no existiera” y son muchos los que le han
corregido y dicen: ``Nosotros sabemos que Dios no existe y si existe no contamos
con él”.
¿Están
las iglesias cerradas porque nadie las visita o nadie las visita
porque están siempre cerradas?
Ojalá
estuvieran siempre abiertas de par en par. Lo único que podrían robar serían las
escayolas y yo, la verdad, no las echaría en falta. Echo en falta las escayolas
de carne y hueso.
Porque
Dios tiene una imagen es por lo que están prohibidas las escayolas y esa imagen
eres tú. No puedes hacer una imagen de Dios, tú sólo puedes ser su imagen,
escribe Abraham Joshua Heschel.
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