INAUGURATION 2013

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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El lunes pasado, enero 21, 2013, con una coreografía digna de un rey, ante un millón de fieles en éxtasis, yo uno de ellos via Internet, Barack H. Obama juró la Constitución de los Estados Unidos que empieza con estas mágicas palabras We the people…

Sobre la Biblia que Lincoln usó en 1861 y la Biblia viajera, la que inspiró a Martin Luther King su revolución social y su inolvidable sermón I have a dream, Obama puso su mano sobre las Biblias y se sintió heredero y hermano de esos dos colosos de la historia de América y de los Padres Fundadores.

Sobre esas dos Biblias Obama juró la Constitución y concluyó con un So help me God, Dios me ayude, coletilla innecesaria pero querida y sentida.

En esta ceremonia solemne y majestuosa, siempre lo más esperado y lo más comentado es el discurso inaugural y programático. Obama, escuchante de los mejores oradores de América, los predicadores negros, nunca decepciona y hasta sus enemigos reconocen que sus palabras son más elocuentes que sus hechos.

Hay palabras que definen las personas, palabras pronunciadas sin esfuerzo, son la sangre que corre por las venas del ser. En el principio era la palabra y Obama, una vez más, se hizo palabra en un discurso que será recordado por su apasionado atrevimiento.

“Mis compatriotas estadounidenses estamos hechos para este momento y lo disfrutamos y los disfrutamos juntos”. 

Obama, hombre progresista, el más europeo de todos los presidentes americanos hasta hoy, invocó a Dios cinco veces. No es un guiño a nadie, es una convicción personal y nacional. 

“Lo que nos hace únicos a nosotros los americanos es nuestra fidelidad a una idea…la libertad es un don de Dios que tiene que ser preservada por este país en la tierra”.

El juramento fue un juramento a Dios y al país, no al partido o a una facción. Dios no es de derechas ni de izquierdas. Dios no existe. Dios es la meta existencia.

Obama tiene los días contados, lo que no consiga en los dos primeros años de su mandato quedará olvidado en la bodega del tiempo. Ahora tiene que correr una carrera de obstáculos, el Congreso será su gran obstáculo, para hacer historia. 

Por primera vez, desde el púlpito global del Capitolio, pronunció la palabra “gay”, para muchos palabra maldita, error de la naturaleza y de Dios.

“Nuestro viaje no está completo hasta que nuestros hermanos y nuestras hermanas gay no sean tratados como cualquier otro por la ley”. Obama quiere que no sólo nueve estados sino que en todos los estados de la Unión puedan celebrarse los matrimonios gay.

Richard Blanco, “hecho en Cuba, ensamblado en España e importado a los Estados Unidos”, profesor, poeta y gay, puso la palabra encantada con un poema patriótico y biográfico.

El viaje hacia el futuro nunca es un viaje en solitario. Es un viaje juntos, exige una acción colectiva. Obama pronunció siete veces la palabra together, juntos. Personalizar la presidencia fue el error del pasado. Juntos porque , we the people, nosotros el pueblo, comprendemos que nuestro país no puede triunfar cuando unos pocos, cada día menos, son los que se enriquecen mientras muchos, cada día más en número, a penas si pueden vivir. Juntos para levantar a todos los caídos y desfavorecidos porque son “iguales no sólo a los ojos de Dios sino también a los nuestros”. Juntos para poner fin a la cultura de las armas y la violencia, juntos para luchar contra el cambio climático, juntos para legislar y legalizar a once millones de inmigrantes.

Viaje con las alforjas llenas de buenos propósitos y con las oraciones y la bendición final entonada por el Reverendo Luis Leon, cura episcopaliano.

Apagadas todas las luces, curada la resaca de la gloria y de las emociones, comienza un nuevo día, un martes cualquiera, pero comienza para Obama, su equipo y los reverendos de todas las denominaciones religiosas en la Washington National Cathedral con más música, más oraciones, más Biblia y el sermón religioso a cargo de un reverendo Metodista, Mr. Adam Hamilton.

Obama tendrá en frente a un Congreso republicano más hostil que nunca pero no cabe duda de que tiene de su parte a toda la corte si no celestial, sí clerical. Feliz viaje.