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Navidad en Noviembre

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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HOY, Noviembre 10, he visto un sublime, un solemne árbol de Navidad.
Oh, cómo se rió mi alma litúrgica por su inoportunidad.

Oh, árbol, metalizado y dorado, con tus lucecitas y coronado por la estrella de David, te has adelantado y me has enojado, no tenías cita para hoy. ¿Quién te ha sacado del trastero de los enseres viejos? Ahí estás, plantado en la encrucijada, haciendo nada, anunciando nada, puro espantapájaros.

Oh, árbol, a felicidad tierna y húmeda debería oler la grama en la que te asientas, deja la música y la gloria para los que se citan el Día de la Gran Cita y de todas las pequeñas citas de los humanos.

En esta sociedad paganizada todos respiramos el mismo aire contaminado, todos sometidos al mismo terror de las redes sociales, todos alimentados, en el salón, en el comedor y en el dormitorio, por la misma pantalla, todos unidimensionados a pesar de fervores intermitentes y de surtidores de buenos sentimientos.

Los alcaldes trabajan la Navidad Comercial en Noviembre. Llenan las calles de luces, de árboles, de ciervos luminosos, de estrellas y eslóganes deseando Felices Fiestas al personal, de gorditos rojos…como si de una feria se tratara.

La Navidad, en la ciudad secular, es acontecimiento turístico, cultural y gastronómico, musicalizado por el Mesías de Händel.

Todo ese dispendio decorativo y esa trashumancia del rebaño humano por la cañada de la ciudad, todos usando el mismo password, para acceder al paraíso del Corte Inglés, huele a mundanidad engañosa y a una alegría de temporada.

Hoy me he comprado el Calendario de Adviento de la Belleza Corporal. El tutorial definitivo de los 12 Pasos, a guisa de los A A, que incluye un Paso más, el 13, para conseguir la belleza corporal perfecta.

Yo, creyente, tengo mi Calendario Litúrgico de Adviento, cuatro semanas sin decoraciones, vacío exterior e interior para llenarlo de perdón y de gracia. La fe anclada en el tiempo.

La temporalidad es la esencia del Adviento.

Los cristianos no habitamos sólo en el calendario del 2022, habitamos en el Calendario Cósmico, recordar el pasado es una hermosa banalidad, vivir el presente es una obligación y ensayar el futuro es forjar el alma con las armas de la futureidad, destino del Adviento.

Consumido, sorbo a sorbo, el Calendario del Adviento, el 24 de diciembre con panderetas, trompetas, con la Cena de Nochebuena, y con el pregón de la Fiesta, estrenaré el Calendario Litúrgico de la Navidad.

“El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que vivían en tierra de sombras una luz les ha brillado. Has multiplicado su júbilo, has aumentado su alegría”...Isaías 9,1-3

Érase una familia que se reunió para celebrar la Navidad, como se reunían para celebrar otras muchas fiestas y acontecimientos familiares, sin pensar para nada en su significado. Tres generaciones, padre, hija y nieta, reunidas en una casa.

La pequeña Elizabeth había crecido en una casa donde Dios no se mencionaba nunca, mientras cenaban, bendito e inocente atrevimiento, la nieta cogió el tenedor, lo puso delante de la boca del abuelo como si fuera un micrófono y le preguntó: ¿Abuelo, por qué se llama este día Navidad?
La pregunta inesperada, nunca reflexionada, cayó como un jarro de agua fría.
Después de un largo silencio, el abuelo dijo: “Tal vez tu madre pueda responder a tu pregunta mejor que yo”.

La madre, más por obediencia que por convicción, le dijo a su hija. “Hoy se llama Navidad, Elizabeth, porque es el cumpleaños de Jesús”. Y continuó haciendo memoria del relato del nacimiento de Jesús. A medida que lo contaba iba redescubriendo el origen de la Navidad.
La madre de Elizabeth miró a su padre, las lágrimas llenaban sus ojos.
¿Abuelo, por qué lloras?, preguntó Elizabeth.
Lloro porque soy muy feliz.

Muchas familias se reunirán, cita previa que el Calendario reserva sin pedir permiso, en torno a una mesa para cumplir con el protocolo social y familiar de la Navidad.

¿Por qué nos hemos reunido? ¿Qué celebramos?

La pregunta flotará entre los turrones y el cava, ¿quién la responderá?