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Pared con Mensaje

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Mis visitas al cementerio de Pastriz son frecuentes. Quiero comprobar que los últimos difuntos no han sido olvidados y ya tienen colocada su placa de mármol con sus nombres y apellidos y su Alfa y su Omega, fechas efímeras, grabadas para siempre.

La Avenida de Santa Ana, amplia y hermosa, termina en la Ermita de la Santa y detrás, silencioso y limpio, se encuentra el camposanto, lugar de citas de los vivos que llegaron a su destino final.

Jueves y sábados, antes de la Eucaristía vespertina, doy mi paseo a, La Alfranca-La Puebla de Alfindén-Cementerio de Ptz. Antes de entrar en el cementerio leo el mensaje que alguien, algún joven despechado y triste, ha escrito en la blanca Pared.

“Remember ME”. “No es justo”.


¿A quién pide cuentas? ¿De qué y de quién se queja este joven? ¿Era Dios el blanco de sus quejas, eran sus padres, era su amante, su novia o su mejor amigo?

ME enfatizado, con letras grandes y mayúsculas, llamó poderosamente mi atención.

RecuérdaME. No es justo. A mí. Soy tuyo.

Cuando después de la Eucaristía, en procesión ordenada y silenciosa, llegábamos al cementerio para dar sepultura al difunto, yo me apropiaba el “Remember ME. No es justo” como oración dirigida a Papá Dios y meditación para tantos hombres y mujeres que acompañaban al difunto y a la familia.

Nadie se acuerda de los antiguos, y lo mismo pasará con los que vengan, sus sucesores no se acordarán de ellos”, lamento del Qohelet, en el libro del Eclesiastés 1,11.

Nosotros confesamos que nuestro GOEL vive, JOB 19, el único que es justo, que no nos olvida y nos despertará.

Las Paredes hablan.

Los hombres quieren hablar y ser oídos. Colgamos nuestros mensajes en las paredes, en Facebook, en Instagram, en TikTok, en la web...cientos de medios de comunicación a través de los cuales expresamos nuestra rabia, nuestra indignación, nuestros amores y pecados… Ya nada es privado. Nuestras fechorías son una página de Facebook.

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Vas mañana a la manifestación? Of course, necesito gritar esos eslóganes certeros y canallas para que los oigan en el séptimo cielo.

Los curas son los que más hablan y menos dicen. Son repetidores de lo dicho y lo re-dicho, de lo escrito y lo re-escrito durante siglos. Son contados los que hacen temblar las montañas y muchísimos los que hacen bostezar a los bancos.

Yo, furtivamente, en pleno dia, convierto la Pared del Cementerio de Ptz en mi pizarra, en una página teológica, enseñanza para los vivos y en oración para los muertos con los que tenemos pendiente una cita, la Gran Cita, a la que acudiremos con total puntualidad.

Al “Remember ME. No es justo”, !cómo me gustaría conocer al joven despechado!, le respondí:
God says. You’re forgiven. Not forgotten. Estás perdonado. No olvidado.

En el cementerio, aeropuerto de las despedidas, sin pista de aterrizaje ni de despegue, la gente agradece que le recuerdes que Alguien le recuerda y le espera. Y terminada la celebración algunos van a leer la Pared con mensaje.

La Pared tiene muchas páginas y poco a poco las voy llenando con nuevas palabras.

“PRESTADME VUESTRAS VOCES”

Petición escuchada y respondida. El cementerio, con miles de voces sin voz, grita nuestra fragilidad y nos invita a querer la santa imperfección. Las voces sin voz me dicen: olvidate de la lucha prometeica por alcanzar la imposible perfección. Aprende a querer la santa imperfección.

“GOD DOESN’T MAKE JUNK”. Dios no hace basura.

Los hombres creados el día sexto somos imperfectos pero somos tzelem Elohim, imagen de Dios, obra de Dios, destinados a comer del árbol de la vida que está en medio del Paraíso.

“BODIES, BACK TO DUST”. Los cuerpos, vuelta al polvo.

“SOULS, BACK TO GOD”. Las almas, vuelta a Dios.

Como el poeta destina al fuego los poemas que no son dignos de ser publicados, Dios destina a la tierra de donde salieron a los cuerpos y a las almas, espíritu de vida, obra exclusiva suya, a la fusión divina, último y único éxtasis.

Maimónides, el gran gorila entre los rabinos judíos de todos los tiempos, niega la existencia del infierno. A las almas que han vivido y muerto en el NO a Dios las destruye y punto.

Hay cementerios para turistas. Hay cementerios para el olvido. Hay cementerios para conversar con nuestro Dios y con nuestros muertos.

Y hay Paredes con Mensaje.