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Semana Santa

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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SEMANA SANTA, dos palabras, dos rejas para roturar el alma de los creyentes. Tiempo lento, muy lento, para bucear en la profundidad del Misterio.

Para nosotros, los creyentes y practicantes, SEMANA SANTA son dos palabras supercargadas de espiritualidad, no de teología, sólo la sangre de la cruz nos salpica, nos lava y nos blanquea. La sangre de Jesús, detergente purificador, es lo que mi alma necesita para recuperar su identidad.

La semana santa, sólo minúsculas, es el tiempo de la superficie, surfear pantallas, los nini religiosos, privados, por Mr. Coronavairus, del Caribe y del sensiblero turismo callejero, aliviarán su aburrimiento en el diván o en el Ajax Bar, enturbiando las aguas del cotidiano vivir. A los agnósticos, a los ateos y compañeros de viaje, les deseamos unas felices vacaciones.

DOMINGO DE RAMOS, prólogo triunfal. Jesús, como tantos otros visionarios que se autoproclamaron Mesías y Reyes, entra en Jerusalén al son de trompetas y Hosannas. Con este gesto ritualizado, Jesús presenta su candidatura mesiánica en Jerusalén, la capital religiosa.

Pero su gesto, no literario, sino histórico y revolucionario, de tomar posesión del Templo a latigazos rubricó su visión y su misión.


JUEVES SANTO

"Y de repente, Jesús se levantó de la mesa, y se puso el delantal.

DIOS EN DELANTAL

El evangelio de Juan se olvida del "Haced esto en memoria mía", la dimensión cultual, y nos sitúa en el corazón de la vida entera de Jesús. "NO he venido a ser servido sino a SERVIR".

Jesús no predicó un gran sermón.
Jesús no escribió una encíclica para teólogos sabios e ininteligible para el pueblo.
Jesús nos dio un sermón que camina, una lección práctica, e inteligible para todos.

Se puso el DELANTAL y se arroilló ante los discípulos.

“Ejemplo os he dado”. El OCTAVO SACRAMENTO en el que todos somos ministros y receptores del mismo, no en los templos sino en las calles del mundo.

Sobran Vacunas. Faltan DELANTALES.

VIERNES SANTO

Hoy, VIERNES SANTO, GOOD FRIDAY, la historia que nos contamos nos recuerda el sueño de Dios hecho añicos, la impotencia de Dios, el fracaso de Dios, la muerte de Dios.

“Todo está terminado”, la deuda pagada, satanás vencido, el nuevo templo inaugurado, pero Jesús no está terminado, sigue amando y perdonando. Su sueño sigue vive porque los grandes sueños no mueren nunca.

Dios, compañero de camino, quiere vivir en el planeta Auschwitz de los hombres.

Siempre será Viernes Santo. “Cristo sufre agonía hasta el final de los tiempos”.

SÁBADO SANTO

“Se hizo en el cielo un silencio de media hora”.

Silencio de Dios.

Somos silencio. Venimos en silencio y nos vamos en silencio a un silencio poblado de risas y cantos de victoria.

Hoy, SÁBADO SANTO, día de silencio y de luto, Oficio de Tinieblas, apagamos todas las pantallas y escuchamos -sólo- el latido del corazón.