SUNDAY ASSEMBLY

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

.  

 


La palabra iglesia es un préstamo del vocabulario griego. En la Grecia clásica la Ekklesia era la asamblea de los ciudadanos de la polis que se congregaban para discutir y solucionar sus problemas.

Hacer Ekklesia, hacer asamblea, hacer iglesia es una necesidad de los humanos. El hombre es un ser asambleario. El congreso de los diputados es la Eklesia de la democracia, los Pajaritos de los hinchas del Numancia, la Plaza de San Pedro de los adoradores de Benedicto y de las feministas que, atrevimiento diabólico y lúdico, le enseñaron sus tetas. 

En toda Ekklesia, religiosa, social, política o deportiva, tiene que haber humor, sudor y excitación.

Hoy hablar de iglesia es hablar únicamente de una asamblea aburrida y aguafiestas, del club de los 60, de gente sin hobbies que practicar los domingos.

El 6 de enero del 2013, la primera iglesia para ateos abrió sus puertas en el norte de Londres. No está dedicada a ningún santo ni ostenta el título de un profeta bíblico. Sunday Assembly, Asamblea del domingo, título poco laico, ya que domingo siempre evocará olor a incienso y a traje de fiesta.

La iglesia de St Paul, cerrada al culto, es ahora la sala de fiestas donde los creyentes desinteresados, los ateos nostálgicos y los buscadores de comunidad, reunidos en asamblea, son exhortados a convertir “las buenas intenciones en acciones”.

Esta asamblea de gentes sin Dios ni dioses quieren celebrar las maravillas de la vida, ayudarse a vivir mejor y a trabajar por los demás.

¿Será el ateísmo la religión del futuro?

Su primera Asamblea, la ex iglesia estaba llena, no sé si de ateos o de curiosos, celebraba los Beginnings, las Comienzos, con comedia y con música.

What a wonderful World de Louis Armstrong era canción más apropiada que la de “Juntos como hermanos”. Cantar al mundo en que vivimos es más justo y más necesario que cantar a la fría estratosfera y a un mundo imaginario.

En ninguna asamblea puede faltar la palabra sabia e inspirada. La Biblia, esa biblioteca, troceada y comida en las sinagogas y en las iglesias cristianas, no es plato apetecido ni servido en la Sunday Assembly. Bien pensado, si la escrutaran a fondo descubrirían textos cachondos, textos risibles, textos mágicos…textos laicos y textos humanos, muy humanos.

Descartados los libros que veneran los teístas, en este” Comienzos” los ateos acudieron a la sabiduría del vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosvelt, y proclamaron unos párrafos del discurso que pronunció en la universidad de la Sorbona el 23 de abril de 1910.

“No es el crítico quien cuenta; ni aquellos que señalan cómo el hombre fuerte se tambalea, o en qué ocasiones el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor. El mérito pertenece realmente al hombre que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvos, el sudor y la sangre; al que se esfuerza valientemente, yerra y da un traspié tras otro pues no hay esfuerzo sin error o fallo; a aquel que realmente se empeña en lograr su cometido; quien conoce grandes entusiasmos, grandes devociones; quien se consagra a una causa digna; quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el peor de los casos, si fracasa, al menos caerá con la frente bien en alto, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni el fracaso”.

Muchas puertas se cierran en estos tiempos de crisis, los negocios languidecen, las iglesias se clausuran y los hombres sólo conocen la puerta de su casa y la del bar. 

Sunday Assembly.bienvenida al mundo de los vivos. 

Copiad “the good stuff”, las cosas buenas, de las religiones y romped el yugo de toda opresión y dogma.

“Nada nuevo bajo el sol” dice el escéptico. En cuestión de religión presumir de que algo es nuevo o lo rimero es muy relativo.

En América donde todo está inventado existen unas asambleas llamadas Ethical Societies que imitan y se asemejan tanto a las sinagogas e iglesias que son verdaderas iglesias laicas, en las que se celebran los siete sacramentos, esos momentos humanos, con un ritual y unos dirigentes laicos.

Somos tan semejantes que nos necesitamos unos y otros para distinguirnos.