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Todas
las mañanas, en la capilla, escucho la misma cantinela, cantinela que se entona
con poca fe en mi capilla y en todas las capillas de los religiosos de España.
"Señor, envía muchas y santas vocaciones a la Escuela Pía".
Por
favor, háganme caso, no pidan, no recen por las vocaciones. Reflexionen sobre su
experiencia personal y concluirán que no las necesitamos.
Oí un
águila en vuelo dar un fuerte grito: ay, ay, ay de los habitantes de la
tierra...cuando oigan el tercer "ay" el fin está cerca.
Vivimos
tiempos escatológicos. Los Escolapios con votos ya no somos un valor -asset-
para la institución, somos una carga económica -liability-. ¿Valemos, is it true
my God, nada y para nada? Sí sé que dicen que costamos mucho. La Vida Religiosa
en visión económica.
Ayer,
un ayer que toco con la mano, la iglesia de mi colegio era el Aula Magna del
centro. Aula en la que hablaba el único Maestro y en la que se abría el mejor
Libro y se escuchaban las mejores historias jamás contadas. La Palabra, sólo la
Palabra de Dios produce frutos y engendra hijos.
“Supongo
que se dirige usted a Salisbury. Así es. De hecho aquello que se ve al fondo es
la catedral. Me han dicho que es una construcción magnífica. Es muy bonita.
Bueno, para serle sincera, voy muy poco a Salisbury, o sea que realmente no
puedo decirle cómo es de cerca. Pero le diré que hay días en que desde aquí se
ve muy bien la torre, y otros en que, con la niebla es como si desapareciese por
completo. Pero ya ve usted, en días como hoy, hay una vista muy bonita”. (Los
restos del Día de Ishiguro)
Hoy los
alumnos saben que existe una iglesia, pero no saben cómo es de cerca y las
nieblas persistentes, fenómeno más pastoral que climático, la hacen desaparecer
por completo.
Los
muchachos viajan a Eurosdisney, PortAventura…tienen que ser entretenidos, y a la
Pastoral Vocacional la llaman Cultura Vocacional y los valores se escriben con
minúscula. De tanto texting se han perdido las mayúsculas, los puntos seguidos y
el punto final.
Todo
tiene que ser aséptico, neutro.
¿Misas?
Qué aburrimiento!
¿Confesiones?
Esa cosa traumática que llaman “pecado” es una palabra en desuso.
¿La
Biblia? Ni la entienden ni la necesitan ni la quieren. Facebook is my Bible.
¿Jesucristo?
No juega al futból, no está en los videojuegos y es un fracasado.
El
viernes se baja la persiana y hasta el lunes.
No me
negarán que los curas si no sobran, la verdad es que son poco útiles. Vivir en
el quinto piso de Okupas es antieconómico.
Los
abuelos jubilados tienen que “abuelear”, los nietos no les dejan ni echar la
partida de cartas. Los que no tenemos nietos nada ni abuelear.
Los
hijos en estos tiempos del ocaso del afecto, de las relaciones eternas y de la
levedad del ser envían a sus padres a la residencia. Les pagan su deuda, viven
siempre viajando, con visitas ocasionales, frías y cortas
Todas
las Congregaciones religiosas han levantado sus Residencias para mayores y para
los que, según su criterio, no sirven para nada. Han establecido un Año jubilar,
un Año de Gracia, liberación de toda esclavitud académica y pastoral.
El
mantra repetido hasta la saciedad en estos días es, “los laicos son el presente,
ustedes son el pasado”. Aprender a morir y aceptar la muerte no es un delito, es
una bendición
“Death
ends life, not a relationship”.
La
Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías,
en España, es el pasado, la Orden de los Escolapios Laicos con trabajo fijo,
buen sueldo y cama matrimonial es el presente. Amén.
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