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LOS CATÓLICOS SORIANOS P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.... |
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Mis feligreses de Nueva York, no el sacramento, reavivaron en mí la ordenación empolvada. Su entusiasmo contagioso, su presencia fervorosa, su fidelidad a la iglesia, sus sugerencias y llamadas fueron un despertador, muchas veces incómodo, pero eficaz. Siempre había algo nuevo que hacer. La parroquia era punto de referencia en el barrio y se dejaba oír en las calles y en el precinto de policía y en las acciones sociales. Y el pastor era un líder comunitario. Nueva York, la ciudad secular, la adoradora del becerro de oro, no ha enterrado aún a Dios. Dios sigue vivo en miles de iglesias, sinagogas, mezquitas, templos grandes y pequeños que llenan la ciudad. EL FACTOR DIOS
Dios
vivo en las iglesias, presente en la política, presente en los
Dios no necesita tanta publicidad. No es una estrella del firmamento terrícola. Pero tampoco le gusta tanto silencio y olvido. "Es un Dios celoso".
Nosotros
vivimos en una sociedad de fans, fans de deportistas, de
Dios aún sigue presente en las iglesias de Soria que se van vaciando poco a poco. El silencio de Dios en la sociedad presente hiere los oídos. Y, a pesar de todo, encerrado en las sacristías o pregonado desde las torres de las mezquitas, Dios es lo único necesario. No necesita anuncios en la TV, pero los que se dejan amar por Él sí necesitan anunciárselo a los suyos.
Visitando a una abuelita de Fuentestrún, la sorprendí enseñando a su nieta una oración aprendida en un lejano pasado. Dios era aún un factor significativo en nuestra sociedad. ¿Cuántos padres hablan, hoy, a sus hijos de Dios? EL FACTOR DOMINGO
Comte
quería que la gente fuera los domingos a algún lugar y que, al
La religión, para Dorothee Soelle, es una forma de rebeldía contra la banalidad individual e institucional. Las religiones establecen un día especial, el sábado, el domingo, un festival, contra todos los otros días. Y en la tradición americana "si no te gustan las iglesias, funda la tuya".
El
domingo, en el pasado, era el día del traje y del mejor vestido. Hoy
El domingo, en el pasado, tenía una aureola sagrada. Hoy, con las guías turísticas y las recetas culinarias, es más prosaico e individualista. El domingo, en el pasado, era una cita con la familia y los vecinos a una fiesta comunitaria, la misa. Hoy es el día del vacío, de la indiferencia, del aislamiento. Es un día triste. El despertador muerto no convoca a la escuela ni al trabajo. Solos deambulamos por un mundo de sordos. Para el creyente, el reloj del corazón lo convoca al encuentro de los amigos y hermanos a la fiesta de la eucaristía. Lástima que la fiesta sea poco fiesta. Si se hiciera una encuesta sobre los sermones dominicales en Soria, no sé cual sería el resultado. La queja de la gente en los bancos, repetida hasta la saciedad, es que son aburridos, abstractos, lejanos, serios...; pocos adjetivos laudatorios salen de la boca del mermado auditorio. EL FACTOR CLERO Los curas tienen que entonar su mea culpa. Un clero gris engendra una religión gris para una feligresía gris.
Cada pastor tendría que tener una visión para su parroquia. "Sin visión se perece", dice el profeta. Conservar y alimentar lo que se tiene es bueno pero arriesgarse y aventurarse es mejor. La tradición y las tradiciones son buenas pero la sociedad de hoy, si odia algo, es la tradición. Se comentan documentos sesudos pero los católicos sorianos desconocen el mejor documento que tenemos: la Biblia.
Tal
vez ha llegado la hora de que el clero calle y se deje participar y
hablar a los sufridos feligreses en los bancos. |