COLONIAS EN LA LUNA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

Las Primarias Americanas son una telenovela con cientos de capítulos y con los armarios abiertos de par en par para que nos escandalicemos o nos recreemos con los pecados monetarios o sexuales de los candidatos.

Ser candidato en América es permitir que tu vida entera sea investigada más concienzudamente que si fueras candidato a la santidad vaticana.

Los republicanos llevan meses buscando el candidato ideal, el arcángel Miguel que pueda vencer al demonizado Obama.

En estos momentos los llamados por Dios para ser sus vengadores: Michelle Bachmann, Herman Cain, Dick Perryy  y Jon Hunstman tuvieron sus 15 minutos de gloria y, vencidos, descansan en el infierno del olvido.

Queda aún, durará poco, un tal Santorum que como Juan Bautista predica en el desierto. Nadie escucha su llamada a la conversión más conservadora que la de los curas con sotana.

Y quedan los dos espadas, Romney, el Mormón rico que diezma, da millones a su iglesia, tiene cuentas en los bancos suizos y nadie sabe cómo ha amasado tanta pasta y Gingrich, el católico rico, que como buen católico no da el diezmo a la iglesia, tiene cuentas pendientes, adúltero, con sus dos primeras mujeres y viste a la tercera, presencia marmórea en todos su mítines, con mucha elegancia. Se ha derechizado más que los obispos y asusta hasta los mismos republicanos.

Romney es improbable, pero sus rivales son imposibles” escribe un periodista.

En esta carrera tan necesaria como inútil todo se reduce a saber quién ganará Florida, después Nevada, Michigan…hasta recorrer los 50 estados y el anfibio Puerto Rico.

El final, si no aparece el ángel de la muerte, ya está escrito. Obama con un soplo barrerá todo el tamo de la era.

Los republicanos pueden prometer la luna, promesa linda que no tendrán que cumplir, lo suyo es ganar una primaria pero no la elección presidencial.

Gingrich prometió, si llega a presidente, que en sus ocho años de mandato establecería una Colonia en la Luna y cuando la habitaran trece mil personas se convertiría en el estado 51 de la Unión.

Promesa romántica, destino de América, pero yo me quedo con los sueños de Imagine de John Lennon.