NOVIEMBRE 2. ELECTION DAY

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

 

 

 

Hoy, Noviembre 2, cuando usted, con el Heraldo de Soria en las manos, tome el primer café, los americanos, aún en la cama, vivirán la pesadilla de a quien votar.

Ayer lo tenían claro. Obama, el Hombre Esperanza, ilusionó, apasionó y excitó al país y al mundo.

Sus grandes promesas, arco iris que a todos cobijaba y todo lo suavizaba, son para muchos sólo promesas.

Hoy, los americanos están muy enojados. Las palabras entusiasman, los hechos duelen.

La desigualdad entre ricos y pobres es más grande que nunca en la historia de la Unión. El 62% de la población cree que la economía se hunde y va a peor.

El déficit ya no se mide por billones sino por trillones. El país está aún en guerra, pero nadie se atreve a mencionarla.

Los 50 estados de la Unión, cada uno con sus candidatos, sus problemas, sus debates, sus comerciales millonarios y sus grandes diferencias, todos, en este día de elecciones, tienen un tema común, en todos se juega la carta de la Religión.

Proclamarse ateo es firmar la esquela de defunción.

Los candidatos exhiben su fe como prueba de que son dignos de confianza. Rand Paul y Jack Conway, candidatos al Senado por Kentucky, se dedicaron durante todo un debate a debatir lo imposible, quién es una persona decente y quién es un buen cristiano.

América es tan distinta y tan distante que nos cuesta entenderla, a pesar de las toneladas que consumimos de su cultura, su cine, su música y su tecnología.

Los candidatos además de besar niños y comer corn on the cob en las ferias hacen algo que a nosotros los europeos nos resulta inimaginable, hacer campaña los domingos de octubre en las iglesias.

¿Se imaginan ustedes a nuestro alcalde, Carlos Martínez, perorando desde los ocho púlpitos de las ocho parroquias de Soria?

Los candidatos americanos desde los púlpitos baptistas y protestantes predican su ideología política y también su teología. Algunos se hacen presentes hasta en ocho iglesias en un domingo.

Cuomo, el próximo gobernador de Nueva York, comenzó uno de sus sermones con estas palabras: “God is good”,- Dios es bueno- fuertes y largos aplausos, y terminó la frase con un “All the time”, -todo el tiempo-.

Las guerras marginadas, la Religión y la economía han sido los temas estrella en estas elecciones. El muro que tiene que separar, según Jefferson, el Estado y la Religión es el muro de Houdini, se atraviesa fácilmente all the time, -siempre.

Bill Clinton, el político más popular de América, más que Obama, ha hecho campaña en todos los estados en que los demócratas corren el peligro de ser barridos por el huracán fanático del Tea Party.

¿Obama, en horas bajas, perderá  la mayoría en el Senado y en el Congreso?