LA CARA OCULTA DEL ISLAM

P. Félix Jiménez Tutor, Sch. P...

   

 

Los europeos más que tolerantes somos indiferentes ante la religión y nuestra falta de raíces, compromiso y fe asustan al belicoso Islam.

Según el Pew Forum “alrededor del 70% de la población mundial está actualmente sometida a fuertes restricciones en el ejercicio de la libertad religiosa”.

La libertad, pecado original del Edén y de toda revolución, se pregona al son de trompetas en los documentos más solemnes de la humanidad civilizada. La libertad religiosa, letra pequeña de los textos, encuentra, hoy, muchas restricciones gubernamentales: prohibición de enseñar, de predicar, de practicar, de levantar templos y de convertirse a otra religión que no sea la oficial.

No es ningún secreto, 43 países de mayoría musulmana, Egipto, Arabia Saudita, Irán, Turquía, Malasia…decir que estos países imponen tantas limitaciones a las otras religiones que de hecho si existen, existen underground y las hostilidades que sufren son continuas.

Lo peor de lo peor es el silencio.

Silenciar la balacera que sufrieron los cristianos coptos de Nagaa Hamadi, Egipto, la primera comunidad cristiana de Oriente, al terminar su celebración de la Navidad del 2010, no es la solución. Seis cristianos murieron y nueve resultaron gravemente heridos.

Esta diminuta iglesia está siendo asfixiada por la gigantesca masa musulmana que brama y amenaza.

El silencio, precio de una paz envenenada, produce la sensación de una normalidad anormal y reprime los problemas de una más que difícil convivencia.

Los cristianos coptos se manifestaron al grito de: “No a la opresión” y “Oh cruz, te defenderemos con nuestra alma y con nuestra sangre”.

En Malasia son los templos cristianos los que sufren la ira incendiaria de los malasios que el estado considera superiores al resto de los ciudadanos foráneos, y por tanto considera el Islam como superior a las otras religiones.

En los países musulmanes una ley, una religión, una voz. Todo sazonado con el monopolio de Alá y el fervor del fanatismo político y religioso.

En los países europeos, los musulmanes, en minoría, practican su religión en libertad y en sus templos que es el antídoto más efectivo contra todo fanatismo y la mejor medicina para la paz y el ecumenismo imposibles.

El Islam europeo está llamado a encontrar una voz nueva y menos estridente que la de Oriente y ojalá nos muestre la cara luminosa del Islam.

En este interim sigamos cantando IMAGINE.