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LAS EDADES FOREVER P. Félix Jiménez Tutor, Sch. P... |
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Roberto pedía en este periódico que Las Edades permanecieran erectas hasta la celebración de sus primeros cien años. Las erecciones, desgraciadamente, son breves, brevísimas, como todas las exposiciones temporales, Las Edades incluidas. Las Edades del Hombre, arte sacro de un pasado que sí pasa, se han reciclado en Las Edades de la Economía. Las Edades, eco de un pasado celebrado y resucitado en imágenes, vídeos y paneles, son memoria colectiva de un pasado que muere sin morir. Matar el pasado e instalarse en un presente joven, sensorial y dinámico es el objetivo del hombre de hoy. Pero el pasado denso y vengativo revive incesantemente en los museos, en las viejas fechas, aniversarios que nadie recuerda, en Edades del Hombre, “pasado que no pasa”. Dicen que las guerras tienen efectos colaterales necesarios e inevitables: muerte de niños y de civiles inocentes. El efecto colateral, necesario e inevitable, de Las Edades del Hombre es el comercio, los euros y la euforia consumista. ¿Es este el objetivo fundamental de la exposición? El recorrido por el laberinto de la concatedral atiborrada de imágenes, no tan diferentes de las que podemos contemplar cualquier día del año en tantos retablos de nuestra geografía, “paisaje interior” llamado a producir experiencias místicas, espirituales, religiosas y hasta conversiones, razón de su ser, se ha quedado para muchos en paisaje exterior, visión distraída sin un dentro. Soria ni te la imaginas tiene que imaginar otras iniciativas más turísticas, más económicas y menos interiores y asaetear el público interesado con sus ofertas, público que siempre será minoritario. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Cuando entro en la iglesia de Noviercas y contemplo el vacío y la ausencia de su pila benditera, préstamo a Las Edades, pido que se cierren y nos devuelvan ya nuestra pila. Yo la echo de menos. Nueve meses la concatedral cerrada, ¿alguien ha echado en falta su casa de oración? Los comerciantes quieren Las Edades erectas forever. Nueve meses embarazados. Una eternidad. |