LAS PRIMARIAS MADE IN SPAIN

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

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La democracia, sinfonía inacabada, mira al futuro, es siempre lo venidero.

Las primarias made in Spain son mero cacareo y picoteo de gallinas en un corral domesticado.

Las primarias americanas son fratricidas, millonarias e inacabables.

En América diez enanitos surgidos nadie sabe de donde visitan restaurantes e iglesias, recorren las calles, llenan auditorios, se autoproclaman salvadores del país y se devoran hasta que UNO, con el apoyo popular, se transforma en el gigante que acaba con todos.

Y vuelta al cuadrilátero para enfrentarse al contrincante del otro corral.

Democracia desde abajo.

En las primarias made in Spain nos imponen los candidatos, nos obsequian con unas papeletas llenas de enanos que nunca sabremos quiénes son.

El Gran Hermano desde su despacho blindado decide por todos. Sólo él conoce y marca las cartas.

Si aspira a algo, prepárese to kiss his ass, el del jefe naturalmente.

Los vetados vuelven al hades y los elegidos pasan los años en el limbo sin pena ni gloria.

Es la democracia desde arriba.

Rubalcaba, con voto de obediencia y muchos kisses al superior, dice que el NO de Tomás tendrá consecuencias.

“¿Quién como la bestia, y quién puede guerrear con ella?”, Apocalipsis dixit.

Si no llevas su marca en la frente, la Trini ya está marcada y ungida, no  puedes comprar nada ni estar en su lista.

El primer “No” nos trajo la expulsión del paraíso.

Olvidan los aduladores de cualquier autoridad que sólo los hombres del No son los creadores de la democracia, del progreso y de las libertades.

Ni en Madrid ni en Soria la sangre llegará al río. Carlos, nuestro alcalde, no tiene que boxear con nadie. En el corral popular ningún gallo se atreve a cantar su nombre al despuntar el día. Todo será muy civilizado, muy aséptico, muy desde arriba y, por lo tanto, poco democrático.

A la Iglesia Católica la acusan de falta de democracia. Del Vaticano, las fuerzas del infierno no prevalecerán contra ti, nos vienen todas las bendiciones y las prohibiciones, los nombramientos sorprendentes y…

Los partidos políticos también imponen sus candidatos, les exigen obediencia ciega al jefe y dicen amén, sin rechistar, a las propuestas del jefe que lo sabe todo.

Yo espero la democracia del futuro.