![]() |
LOS SANJUANES VS. SAN JUAN P. Félix Jiménez Tutor, escolapio... |
, |
|
Mis
conocimientos de las fiestas sorianas son fragmentos
Las fiestas populares, ancestrales e inmemoriales, ahora tituladas de San Juan, de la Madre de Dios… preceden a las fiestas bautizadas con patronos bienhechores. La fiesta, como los bailes de máscaras, exige el anonimato y la valentía para traspasar los lindes de lo cotidiano. Escenario cósmico en el que los dioses nos asignan un nuevo papel, el de la desmesura. Sin guión escrito nos recreamos y reinventamos. La fiesta es la gran purga anual que elimina indeseables humores y da al cuerpo el perfecto tuneup. La fiesta es un pueblo puesto en pie, acéfalo y soberano, que, guiado por los viejos usos y costumbres, eclipsa autoridades, rompe censuras y vive el desarreglo de todos los sentidos. Volcán en erupción, lava derramada por los cuatro puntos cardinales.
¿Se puede cristianizar la fiesta del solsticio solar, del fuego y del toro? ¿Es la fiesta sólo paganismo dionisíaco?
¿Es
San Juan imán suficientemente poderoso para cambiar lo
Toda fiesta, antigua o moderna, tiene un poso religioso, unas connotaciones de trascendencia y comunión con algo más grande, a pesar de nuestra incapacidad para nombrarlo y verbalizarlo. Los sanjuanes tienen sus sacerdotes, sus ritos, sus templos, su pan y su vino, sus seguidores, su procesión de Calderas, liturgia secular, viático festivo, alimento animista que nos hace participar del espíritu y de la virilidad totémica del toro. Tiene también sus excluidos, los emigrantes y los forasteros. Un mundo cerrado que por más agua bendita que lo rocíe permanece ajeno, no a lo sagrado, sí a la religión organizada. "Podrá faltar el pan Y podrá secarse el Duero Pero arda Soria primero Si no hay fiesta de San Juan". Los sanjuanes se bastan a sí mismos.
San
Juan Bautista, en el solsticio de verano, vino a pregonar el
Ahí está Juan Bautista, dando nombre a la fiesta, signo ignorado y pasajero porque para el creyente, amanecido el nuevo sol, Jesucristo, todo palidece y pierde vigencia. Si no controlamos la Navidad, hay más navidades en el Corte Ingles que en cualquier otro lugar; si no controlamos la Pascua, fiesta de los huevos de colores y de chocolate, de la mona y de la limonada, ¿cómo controlar los sanjuanes que hunden sus raíces en el paganismo animista de ayer y hoy secularizado? La misa del programa oficial, hay que ser serios con las cosas santas, no cristianiza la fiesta. La misa, perla de la fe, es la expresión festiva y dominical de los que tienen el corazón amueblado con el amor de Dios durante los sanjuanes y durante todo el año.
Sanjuanes,
con o sin San Juan, es la fiesta del pueblo con múltiples devociones
que enriquecen el ajuar que nos ha sido entregado desde tiempo
inmemorial. |