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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C Séptimo DOMINGO P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos a la celebración de la fiesta del Dios generoso y misericordioso. Dios está aquí con nosotros recreándonos y sanando nuestras heridas. La Palabra de Dios nos recuerda siempre la grandeza de Dios y, a veces, nos reprocha nuestra mezquindad. La Palabra de Dios es siempre trampolín que nos quiere lanzar a aventuras más altas y a una mayor generosidad. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA David tuvo la oportunidad de su vida. Tuvo a su enemigo a su merced. Pero prefirió dejar a Dios el juicio sobre la muerte y la vida. David, como Jesús, prefirió seguir la ley del perdón y del amor. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA Unidos a Adán en la debilidad de nuestra carne, en la tentación y en el fracaso, Pablo nos invita a unir nuestro destino al nuevo Adán, Cristo, en la renovación de nuestro espíritu. Vivir en cristiano es vivir en la nueva savia que Cristo nos da. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN AL EVANGELIO Si miramos sólo a nosotros, si contamos sólo con nuestras fuerzas, si miramos sólo a nuestro alrededor… la Palabra de Dios nos parecerá exagerada e imposible. Si miramos a Dios y contamos con la fuerza de su Espíritu entenderemos sus exigencias y las viviremos. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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