MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B

Décimo Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Génesis 3,9-15; 2 Corintios 4,13-5,1;
Marcos 3, 20-35

ENTRADA

Bienvenidos todos a la fiesta de la comunidad del Señor Jesús. Reunidos en su nombre, venimos a escucharle, a conocerle mejor y a responder a su invitación de amor.

Jesús es el Señor, alabémosle. Jesús es el camino, caminemos con él. Jesús es el vencedor de Satanás, luchemos contra el mal.

Con alegría y con fe, celebremos esta fiesta. Con alabanzas y cantos celebremos al Señor de la fiesta, Jesucristo.

Entonemos juntos el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

El libro del Génesis narra las consecuencias de sucumbir a la tentación. Adán y Eva se convierten en extraños para Dios, para sí mismos y para la tierra. Su pecado es prescindir de Dios. Pero en el primer pecado está también la primera promesa de redención. La palabra de Dios es siempre invitación a superarnos y a superar la tentación.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Pablo nos habla de las luchas contra el mal que tenemos que sufrir si queremos llamar a Cristo nuestro líder.

Para perseverar en el bien tenemos que dirigir nuestra mirada hacia la vida eterna y a la vida que vivimos ahora. Cristo tiene poder para vivificarnos y conducirnos a la meta, nuestra salvación.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO

La vida de Jesús fue una lucha continua contra Satanás, príncipe del mundo.

El reino de Satanás es vencido y el reino de Dios es instaurado por Jesucristo, el enviado por Dios.

Nosotros, los nuevos hermanos de Jesús, estamos llamados a continuar esta lucha contra el mal expulsando los demonios de nuestro corazón y liberando a los hermanos de los suyos.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia para que renovada dé testimonio de la vida y del poder del reino de Dios.

  2. Oremos por los gobernantes de las naciones para que eliminen los males de la sociedad: la guerra, el hambre y la corrupción.

  3. Oremos por los jóvenes para que sensibles a todo lo bueno y a todos los que les quieren miren al futuro con esperanza.

  4. Oremos por los enfermos de la comunidad, por los que viven bajo el dominio del mal, por las víctimas de las drogas y por los encarcelados para que sientan el amor de los suyos.

  5. Oremos por todos los difuntos de la parroquia (nombres) para que a todos se les abran las puertas de la vida.