MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Duodécimo Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Jeremias 20, 10-13; Romanos 5, 12-15;
Mateo 10, 26-33

ENTRADA

La comunidad cristiana se reúne para celebrar su fe en el Señor Resucitado.

El Señor mismo prepara su mesa domingo tras domingo para alimentar a sus hijos.

Hermanos, con la confianza puesta en Dios, celebremos esta fiesta, escuchemos una palabra de ánimo y experimentemos su presencia.

Renovemos nuestra alianza con Dios y nuestra comunión con los hermanos en la fe.

Entonemos juntos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Jeremías, perseguido por los hombres, vive confiado porque siente a un Dios cercano y protector.

Sólo Dios hace justicia, sólo Dios salva a los desamparados. Al final de todo, lo único que cuenta es el proyecto de Dios.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

San Pablo nos recuerda en esta lectura los efectos del pecado y de la muerte que nos trajo Adán. Pero por encima de los pecados de los hombres está el don de la gracia, de la vida y de la salvación que nos trae Cristo. En Él hemos de descansar y esperar.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Jesús urge a sus seguidores a superar el miedo, a actuar en la luz, a confesar a Cristo y a confiar en la Divina Providencia.

Frente al miedo, la confianza.

Frente al pecado, el perdón.

Frente a la debilidad del hombre, el poder de Dios.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos para que Dios suscite profetas en su iglesia que proclamen el evangelio de la salvación con valentía.

  2. Oremos para que todos nosotros estemos abiertos a la Palabra de Dios, la acojamos y la proclamemos.

  3. Oremos por los jóvenes de nuestra parroquia y por los que van a confirmar su fe en las parroquias de la ciudad para que la sigan celebrando a lo largo de sus vidas.

  4. Oremos por los enfermos, los ancianos y los más necesitados de nuestra comunidad para que sepamos consolarles y ayudarles.

  5. Oremos por los difuntos de nuestra comunidad y (nombres...) para que alcancen la meta de la salvación y de la vida.