|
MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A Decimoquinto Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
|
ENTRADA Bienvenidos a la celebración del domingo. En esta fiesta de la comunidad, el Señor nos invita a la alegría y a escuchar la Palabra que puede construir nuestra vida. El Señor, nuestro sembrador, deja caer la semilla cada domingo en el campo de nuestra vida. Abramos nuestro corazón a la fiesta y la alabanza, a los hermanos y al Señor que a todos nos une. Comencemos nuestra celebración con el canto de entrada. PRIMERA LECTURA La Palabra de Dios es eficaz, es creadora y engendra vida. La Palabra de Dios, en este domingo, se nos dirige a nosotros y tiene que producir sus frutos y alimentar nuestra vida cristiana. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo nos ofrece una visión de toda la creación que espera ansiosamente la liberación. Nosotros, los cristianos, por el Espíritu Santo que vive en nosotros, tenemos la seguridad de que disfrutaremos de la libertad plena reservada a los hijos de Dios. Ahora nos toca orar y esperar la total liberación. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO Jesús pide a todos los que escuchan su palabra que sean tierra buena para que la Palabra pueda echar raíces en los corazones. La semilla necesita tierra para dar frutos. Preparemos nuestra tierra para acoger este domingo la Palabra del Señor. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
|