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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A Vigésimo Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos hermanos a la casa de oración. Aquí somos invitados a vivir felices y con esperanza. Los hijos de Dios vienen a esta casa a alimentar su fe y su compromiso con las cosas de Dios y con las del mundo. Esta familia, aquí reunida, proclama con su presencia y con su vida el señorío de Jesucristo. El Señor no rechaza a nadie. Vivamos esta fiesta con gozo y paz. Y la comenzamos cantando el canto de entrada. PRIMERA LECTURA Todos, nos dice el profeta Isaías, incluidos los extranjeros tienen cabida en la casa del Señor. Todos los aquí reunidos, hoy, estamos llamados a estrenar cada domingo nuestra condición de hijos, nuestra obediencia y nuestro amor. Esta es la casa de oración para todos los que quieren servir a Dios y a los hermanos. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo, el apóstol de los gentiles, trabaja incansablemente para llevar el evangelio de Cristo a todos. Todos, judíos y gentiles, somos objeto del amor de Dios a pesar de nuestra desobediencia. La salvación sólo es don de Dios. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO Nuestra celebración dominical es la suma de todos nuestros gritos, de todas nuestras dudas y de todos nuestros quebrantos. Es la celebración de la fe grande de unos y de la fe pequeña de otros. No se cansen de insistir. No se cansen de creer. No se cansen de acudir al Señor y a su casa de oración. Escuchemos la proclamación del evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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