MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Vigésimo quinto Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 55, 6-9; Filipenses 1, 20-24.27; Mateo 20, 1-16

ENTRADA

Hermanos, felices los que cada domingo salen de sus casas para encontrarse con el Señor en la casa de oración.

Felices los que cada domingo se sienten invitados a compartir la mesa del Señor.

Felices nosotros los que estamos aquí para alabar y dar gracias al Padre bueno que nos convoca y  nos congrega en su iglesia.

Agradecidos vamos a celebrar nuestra fiesta con el Señor y con la alegría que él pone en nuestros corazones.

Entonemos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Invitación del profeta a buscar a Dios.

Invitación de la Iglesia a vivir nuestra diaria conversión.

Invitación a abrir el oído a la Palabra de Dios.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Pablo manifiesta su completa confianza en Dios. Su vida y su muerte pertenecen  a Cristo. Se siente servidor del evangelio y será fiel hasta el fin.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

El Señor nos enseña con esta parábola que el Reino de Dios no es cuestión de recibir un gran salario, sino de recibir la justicia, la gracia y la amistad de Dios.

La generosidad de Dios es siempre más grande de lo que nosotros pensamos, es más que un puñado de euros.

Todos invitados a la viña, todos el mismo salario,  todos la misma recompensa.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Dios del perdón, reconcilia y pon la paz en tantos lugares de nuestro mundo devastado por la guerra y los odios.

  2. Dios del misterio, abre nuestros corazones para que pensemos y actuemos como Tú.

  3. Dios de la generosidad, haznos a cada uno de nosotros y a nuestras instituciones de manera que tratemos a todos y a los más necesitados como Tú los tratas.

  4. Dios de la vida, pon confianza en los desesperados y sostén la esperanza de los moribundos.

  5. Dios de la resurrección, da la vida eterna a nuestros difuntos y (nombres…)