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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A Trigésimo segundo Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Hermanos nos hemos reunido en el salón de la fiesta y del banquete para recibir con gozo al novio, al esposo, a Jesucristo. Con Él vamos a celebrar su fiesta y la nuestra. Él nos invita a cantar, a escuchar, a comer y a vivir como hermanos. El Espíritu es el aceite de nuestras lámparas y la paz de nuestra espera. Comencemos nuestra fiesta con el canto de entrada. PRIMERA LECTURA La verdadera sabiduría consiste en buscar a Dios. El domingo es el día de la sabiduría, el día en que se nos manifiesta a través de la Palabra y de la presencia de los hermanos en la comunidad. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo nos recuerda nuestro destino; resucitar y vivir con Dios para siempre. Nosotros tenemos una esperanza, una meta, un final feliz; la vida eterna. Debemos estar alegres porque estamos y estaremos siempre junto al Señor. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO Nuestra vida es la espera de algo mejor, de alguien mejor que nos reciba y ame mejor. Una espera activa, una espera preparada, una espera gozosa porque viene el esposo. Llenemos, en este día, nuestras lámparas con el amor de Dios y vigilemos nuestra manera de vivir. Oración, vigilancia y escucha de la Palabra de Dios para celebrar el día del Señor. Escuchemos la proclamación del evangelio ORACIÓN DE LOS FIELES
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