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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B Quinto Domingo de Pascua P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos todos a la celebración de Jesucristo Resucitado. Pascua es tiempo de florecer y crecer. Pascua es la primavera del alma. Jesucristo nos invita, en este domingo, a vivir unidos a Él que es la fuente de nuestra unión con Dios y los hermanos. El Espíritu que Él nos dio nos hace saber si permanecemos unidos a Cristo o no. Con gozo y haciendo fiesta vamos a celebrar esta eucaristía que Dios prepara para sus hijos. Entonemos el canto de entrada. PRIMERA LECTURA La Iglesia, el nuevo pueblo de Dios, se va edificando en el temor del Señor y el consuelo del Espíritu Santo. Saulo, el recién convertido, no es bien recibido en un principio. Pero pronto se une al gran esfuerzo evangelizador de toda la comunidad y predica abiertamente en el nombre del Señor. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA San Juan nos recuerda a los cristianos de ayer y de hoy como evitar las divisiones entre nosotros: por la fe en el nombre de Jesús y por el amor, que se demuestra con hechos y la verdad. El amor es la prueba de que vivimos vinculados a la vid que es Jesucristo. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO Estar en los caminos del Señor es estar injertados a la vid que es Cristo, es dejarse cuidar y podar por el viñador; es dejarle al Espíritu que nos llene con su savia y su gracia. Lejos del Señor no podemos hacer nada, no somos nada. Llamados a dar frutos, nos reunimos en el área de descanso para unir nuestro destino al de Cristo y al de la comunidad, la Iglesia. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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