MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B

Sexto Domingo de Pascua

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

 

Hechos de los Apóstoles 10, 25-26.34-35.44-48;
1Juan 4, 7-10; Juan 15, 9-17

ENTRADA

Hermanos y hermanas, bienvenidos a la celebración del día del Señor. Este es el día que Dios regala a sus hijos para la oración, la alabanza y la eucaristía.

Este es el día que Dios regala a sus hijos para que juntos celebren el don de su amor, recuerden el mandamiento del amor y la elección y la llamada de Dios.

Abramos el corazón a Dios y a los hermanos y entonemos el canto de entrada para recibir al celebrante.

PRIMERA LECTURA

Pedro entra en la casa de un pagano. Las puertas de la Iglesia se abren, por primera vez, a los no judíos.

El Espíritu salta las barreras de la raza y la sangre y se ofrece al mundo entero.

El Espíritu es el don de Dios para todos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

El amor sin adjetivos es de Dios. El amor primero es el de Dios. Porque somos amados por Dios hay una chispa de amor en nuestra vida.

Juan, en esta lectura, invita a toda la comunidad a vivir como hijos de Dios, haciendo lo mismo que hace Dios, amar.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Nosotros no elegimos a nuestro maestro, Jesús nos escoge a nosotros y nos inicia en su modo de vivir y nos trata como amigos.

A la iglesia venimos para animarnos mutuamente a vivir como hijos de Dios y a animarnos a cumplir su mandamiento del amor.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por el Papa, los obispos y sacerdotes de la Iglesia para que su amor al rebaño de Jesús sea sincero y generoso.

  2. Oremos por los que no creen o se han alejado del amor de Dios para que lo descubran en el amor de los cristianos.

  3. Oremos por los que nos gobiernan para que piensen más en las necesidades de los hombres que en los intereses económicos y nacionales.

  4. Oremos por los enfermos de la comunidad y todos los ancianos para que sean consolados por la fe y el amor de los hermanos.

  5. Oremos por todos los difuntos de nuestras familias y de la parroquia y (nombres…) para que sean resucitados por el amor grande de Dios.