ORAR ANTES DE HACER EL AMOR

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

No es una ocurrencia mía, la galaxia soriana no da mucho de si, es de los Obispos ingleses.

Para Unamuno la mejor universidad era una buena biblioteca. Si hubiera vivido en este hoy tan caótico como innovador habría pasado horas agónicas en la universidad del siglo XXI, Internet.

Yo podría seguir sus lecciones magistrales a través de Internet como sigo ahora las del profesor Shelly Kagan de la universidad de Yale sobre la Filosofía de la Muerte o las de la profesora Amy Hungerford sobre la Novela Americana desde 1945.

Internet, el gran conector, me informa que los Obispos Católicos Ingleses han publicado una nueva oración, hay oraciones para todo tiempo y toda ocasión, ahora hay una para antes de hacer el amor, el vals conyugal.

“Pon dentro de nosotros un amor que da verdaderamente, una ternura que una verdaderamente, una autodonación que exprese la verdad, una unión física y amorosa que acoja”…

De una religión obsesionada por el sexo y sus muchos meandros, centinela de los pecados del sexo, envidiosa del placer desde San Agustín, ese gran libertino que pedía “castidad pero todavía no” y que consideraba pecado venial el goce sexual, hemos alcanzado una orilla menos tenebrosa donde se predica más el amor total y menos la procreación.

Esta oración válida para todas las parejas y con el imprimatur de la Iglesia oficial enfatiza el sentido del dar más que el de recibir. Dudo que en medio de estas urgencias y emergencias alguien se acuerde de orar.

Los hijos de Roma, los católicos de siempre y los neoconservadores, atentos siempre a las banderas rojas se asustan y nos asustan ante esta marea tan grandiosa.

Esta oración abre nuevas puertas y agradece a Dios, inventor del sexo, eros y fusión total, que nos haya creado así, tan complejos, tan carnales y tan mortales.

Los Obispos ingleses, feliz ocurrencia, recomiendan a las parejas a orar antes del sexo, pero no han inventado aún una oración para el después. ¿Sobran ya las palabras y faltan las fuerzas?

Esposos, orad. ¿Y a los jóvenes que sólo tienen sexo en la mente qué se les puede aconsejar además de una larga e imposible espera en la línea de salida?