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EL TÚNEL DE LA ... CUARESMA P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.... |
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Dígame su edad y le diré su visión de la Cuaresma.
Paisaje de museo que, contemplado con los ojos de hoy, se nos antoja estéril y cruel. Los túneles modernos están muy iluminados y bien oxigenados. Y el túnel de la Cuaresma del 2006 pide a gritos nueva iluminación y completa oxigenación. Ya Nietzsche acusaba a los cristianos de ser gente triste, tal vez, por no estar suficientemente redimida. Y algunos impíos de hoy prefieren, dicen, el infierno de los pecadores divertidos al cielo de los santos aburridos. Pero Jerry Clower, comediante cristiano, dice que está convencido de que el único lugar donde no hay risas es el infierno y ya ha hecho todos los arreglos para no ir a él.
El túnel de la Cuaresma no es ni triste ni oscuro ni interminable. Iluminado por el foco poderoso y victorioso de la Pascua es alegre y ligero, es sereno y firme, atrás queda el fardo insufrible de la culpabilidad y la maldición.
Es
tiempo bautismal. Los catecúmenos, adultos que se bautizarán la
noche de Pascua, han revitalizado y reorientado este tiempo. Ellos,
y
Tiempo bautismal para todos. No somos seres amenazados de muerte sino salvados. No hace falta despedir a don carnal, la Cuaresma es tiempo de reír. Debemos demostrar al mundo que no somos un montón de gente triste y que, como el rey Midas, todo lo que tocamos lo convertimos en alegría. El Miércoles de Ceniza marca el kilómetro 0, la entrada en el túnel. Ceniza y "Recuerda que eres polvo" y feliz viaje. Los de más de 50 años, curtidos por la adversidad y la austeridad, lo aceptan con resignación. Pero los hombres sin raíces, del aquí y ahora, del no a la trascendencia, los jóvenes del botellón... ¿cómo recordarles que el hombre es más que polvo, más que carne, más que un yo sin deudas con nadie?
Durante
40 días los cristianos, alegres y optimistas, viajamos por el
A tiempos nuevos, ayunos nuevos. Un día sin televisión, sin teléfono, sin bar, sin compras, sin riñas, sin tacos... Un día con la Biblia, con donación de sangre, con el desconocido vecino, con la escucha del silencio, con un email a Dios@cielo.com, con una carta de gracias a su Obispo, a su párroco, a su suegra, a su enemigo... o simplemente fregando los platos.
Feliz
Viaje. |